Falta voluntad para resolver los problemas estructurales: CEESP (El Financiero 17/08/09)

(Isabel Becerril)

Lunes, 17 de agosto de 2009

Urge fortalecer los ingresos no petroleros.

 FINANZAS PÚBLICAS, MAL

Si bien la brecha de ingresos para 2010 de 300 mil millones de pesos responde en buena medida al impacto de la recesión económica, también se debe a la falta de voluntad para resolver los problemas estructurales que aquejan a las finanzas públicas desde hace muchos años, acusa el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

La dependencia de los ingresos petroleros hizo cada vez más vulnerables las finanzas a los desequilibrios internacionales, ya que es peligroso depender tanto del precio del petróleo dada su elevada volatilidad, advirtió.

El organismo que preside Luis Foncerrada indica que la expectativa en este tema no es favorable, ya que aunque se espera que el precio del crudo para 2010 sea ligeramente mayor al de este año, no podrá compensarse el descenso en el volumen de producción y de exportación.

Ello pone es serios aprietos los ingresos públicos, ya que del total de éstos, poco más de una tercera parte depende del petróleo, lo que obliga a las autoridades a diseñar mecanismos que estimulen y fortalezcan los ingresos no petroleros, sobre todo los tributarios.

En su análisis económico ejecutivo semanal señala, además, que no sólo las fuentes de ingresos son relevantes, sino también la asignación eficiente de los recursos.

Dispendio

En ese tenor, precisa que es en materia de gasto donde se debe poner mayor atención, ya que el dispendio de recursos a lo largo de muchos años ha tenido un costo muy elevado para la población.

Otra medida que propondrá el gobierno es un mayor endeudamiento, que según las autoridades será moderado y se compensaría una vez que la economía y la recaudación se recuperen, pero hay que ver cuál sería el nivel adecuado.

Advierte que una vez que el gobierno coloque mayor deuda interna se reducirán los recursos disponibles para el sector privado, que podría significar menores inversiones productivas, lo cual incidiría de manera negativa en el ritmo de crecimiento económico.

Además, si bien se dice que el nivel de deuda del gobierno es manejable, se deben considerar otros compromisos que no están reconocidos en el presupuesto, como los llamados contingentes, entre los que resalta el problema de las pensiones, advierte.

Precisa que existen cálculos que indican que al incluir estos compromisos, la deuda pública total podría elevarse hasta 130 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual hace reflexionar sobre un endeudamiento adicional, y no sólo por el pago del capital sino por su costo.