Es la Ciudad capital de informales (El Reforma 24/08/09)

En la Ciudad, de acuerdo con datos del INEGI, 158 mil personas laboran en puestos fijos o semifijos.

Foto: Archivo

Entre julio de 2008 y junio de 2009, cerca de 76 mil capitalinos 'tornaron' hacia la informalidad

Mariel Ibarra

Ciudad de México  (24 agosto 2009).- En la Ciudad de México hay más de un millón de personas que trabajan en la informalidad... y el número va en aumento.

Así lo muestra la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) levantada por el INEGI que corresponde al segundo trimestre de este año.

De acuerdo con los resultados, entre julio de 2008 y junio de 2009, cerca de 76 mil capitalinos se sumaron a ese sector de la economía, al pasar de un millón 11 mil a un millón 87 mil.

Eso significa que 28 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en el DF, que actualmente es de 3.8 millones de personas, se dedica a actividades informales, mientras que a nivel nacional el porcentaje es de 25.

4, en promedio.

Del total de personas en el sector informal, 656 mil realizan su actividad en sus domicilios, 410 mil lo hacen de forma itinerante, mientras que 158 mil laboran en puestos fijos o semifijos.

La Coparmex Ciudad de México asegura que, entre enero y agosto, alrededor de 5 mil micronegocios han pasado a la informalidad, ante la imposibilidad de cumplir con todos los requisitos administrativos, el costo fiscal de estar regulares y la baja en las ventas.

Un ejemplo es Antonio León, quien, después de un año de haber abierto un café internet y gastar los ahorros de cinco años de trabajo como indocumentado en Estados Unidos, cerró su negocio para dedicarse a vender mercancía que compra en Tepito.

Juan de Dios Barba, presidente de la Coparmex local, subrayó que ni siquiera la "válvula" del sector informal está teniendo la capacidad para recibir a la gente que pierde su empleo, por lo que se puede generar un problema social importante.

Alimenta crisis informalidad

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) levantada por el INEGI, entre julio de 2008 y junio de 2009, cerca de 76 mil capitalinos se incorporaron a la informalidad.

Es el caso de Antonio León y Bertha Rodríguez, quienes por la crisis dejaron de ser un microempresario y una empleada asalariada.

Antonio se regresó de Estados Unidos, y con los dólares que había ahorrado en cinco años trabajando como mesero, albañil y obrero en Los Ángeles, compró 15 computadoras, alquiló un local, contrató dos personas y montó un cibercafé en Azcapotzalco.

Su negocio no levantó en medio de la crisis económica. Y una descarga eléctrica que "tronó" las computadoras, lo llevó a bajar la cortina definitivamente.

"Todas los equipos se descompusieron y tenía que invertir como 20 mil pesos para arreglarlos, lo pensé bien y decidí venderlos", expresa.

Ahora, se adentra una vez al mes a Tepito para surtirse de productos pirata que vende en un tianguis de la unidad El Rosario, donde paga 35 pesos por el piso, y entre sus conocidos.

"Sobrevivo de Tepito vendiendo accesorios de moda y copias de marcas caras que se venden bien, saco más dinero que antes, pero no es una entrada fija", cuenta.

"Me duele haber cerrado mi negocio porque le invertí casi todo mi dinero y tenía la ilusión de que me iba a ir bien, pero había veces que sacaba 70 u 80 pesos en todo el día".

El caso de Bertha es distinto, pero también se originó en la crisis.

Como empleada en una panadería, trabajaba siete días a la semana, de 2 a 10 de la noche, por mil 150 pesos a la quincena.

Como no le alcanzaba, hacía trabajos de limpieza.

"Me salí de trabajar porque me pagaban muy poco y descansaba un día. Tuve la necesidad de tener dos trabajos, así que en la mañana hacía limpiezas y me di cuenta que se gana más. He llegado a sacar en una semana hasta mil 800 pesos", argumenta.