Población de bajos ingresos, la más vulnerable a la crisis (El Financiero 17/09/09)

Isabel Becerril

Jueves, 17 de septiembre de 2009

La recuperación de sus deciles tarda ocho años.

Trabajadores no calificados, con menos oportunidades.

Calidad educativa, un bien escaso entre ellos: CEESP.

Los mexicanos que perciben los más bajos ingresos han sido los más vulnerables de la crisis económica, y por si fuera poco esta recesión ha sido la más nociva para ese segmento, ya que estuvo precedida por alzas de precios en alimentos entre 2005 y 2008.

Pero lo más preocupante es que después de una crisis México se ha tardado ocho años en recuperar los niveles de pobreza previos a ésta; además se ha elevado la vulnerabilidad social, plantea Luis Foncerrada Pascal, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Destaca que hoy un jefe de familia requiere de 15 horas extras de trabajo a la semana para dar de comer a una familia integrada por cinco miembros.

Mientras los niveles de pobreza se disparan tras la caída de la economía, una nación tarda muchos años en recuperar los niveles que tenía antes de la crisis.

En un análisis hace referencia a la crisis de 1995, que vivió México, y señala que el porcentaje de personas viviendo en condiciones de pobreza alimentaria pasó de 21.2 por ciento de la población en 1994 a 37.4 por ciento en 1996, pero como producto de un mercado externo pujante, el proceso de recuperación económica tras la crisis de 1995 fue rápido.

Sin embargo, la recuperación de los deciles de menores ingresos fue extremadamente lenta; el país se tardó aproximadamente ocho años en obtener niveles de pobreza inferiores a los reportados en 1994.

Además de la coyuntura actual, la nación enfrenta un problema de fondo, que se ha arraigado en la sociedad, para combatir la pobreza: la elevada vulnerabilidad social.

En México un elevado porcentaje de los hogares se encuentra inmerso en situaciones permanentes de incertidumbre y riesgo de continuar indeterminadamente en situaciones de limitado bienestar económico.

Supervivencia

Anota que esa vulnerabilidad se ha incrementado de manera gradual, especialmente para los núcleos de trabajadores no calificados (rurales e informales urbanos) cuya colocación en el mercado laboral es de carácter informal o precario.

Ello, debido a que los ingresos provenientes del trabajo representan la fuente más directa e importante de supervivencia de los hogares que están en condiciones de pobreza o vulnerabilidad social.

Las mejores oportunidades laborales en cuanto a calidad del empleo y remuneraciones dependen de crecientes niveles de educación, que es un bien escaso y deficiente entre los sectores de bajos ingresos del país, lo que orilla a las personas de estos segmentos a recurrir a trabajos en sectores de baja productividad y, en consecuencia, de salarios o ingresos bajos.