Cautela de la OMC sobre las perspectivas de Ronda de Doha (El Financiero 23/09/09)

(Reuters)

Miércoles, 23 de septiembre de 2009

Evaluación de avances, en diciembre.

GINEBRA, 22 de septiembre.- No está claro si en lo que resta del año las potencias económicas mundiales harán el esfuerzo político requerido para completar en 2010 un acuerdo que liberalice el comercio global, dijo hoy el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy.

En una reunión informativa con los 153 miembros de la OMC sobre su mensaje para la Cumbre del G-20 de esta semana en Pittsburgh (EU), Lamy se alejó de sus comentarios frecuentes respecto a que pronto podría lograrse un acuerdo en la Ronda de Doha.

"En esta etapa soy cauteloso en mi proyección. Sería prematuro que yo predijera hoy que el compromiso político necesario tendrá lugar durante los próximos tres meses", manifestó en su discurso a los integrantes de la Organización.

Advirtió que un acuerdo en la Ronda de Doha, iniciada hace casi ocho años, sólo sería posible si los miembros traducen los llamados de los líderes y ministros en acciones firmes a través de negociaciones intensas de los asuntos pendientes.

Los países deberían poder revisar en diciembre si es posible alcanzar un acuerdo el próximo año, después de una intensa ronda de conversaciones entre ahora y mediados de diciembre en todas las áreas.

Cumbre de Pittsburgh

Dijo que acudiría a la cumbre de Pittsburgh con el mensaje de que los líderes deberían pedir a sus negociadores en Ginebra que hagan realidad el acuerdo.

"El liderazgo se trata de responsabilidad. El fracaso -no sólo en Pittsburgh, sino más particularmente acá, en Ginebra- será duro para toda la comunidad internacional en este momento de crisis económica."

Muchos negociadores en Ginebra, donde la OMC sostiene las principales pláticas comerciales, han expresado su frustración o resignación respecto a que las principales potencias mercantiles no están dispuestas a ceder para traducir los compromisos del G-20 en realidad.

Una de las quejas más frecuentes es que Estados Unidos no está dispuesto o no puede avanzar, ya que el presidente Barack Obama tiene prioridades más apremiantes, que van desde la reforma al sistema de salud de su país hasta la crisis financiera.