México, rezagado en reformas de infraestructura: BID (El Financiero 25/09/09)

(Adriana Reyes Lara / Finsat) 

Viernes, 25 de septiembre de 2009

IXTAPAN DE LA SAL, Méx., 24 de septiembre.- Ellis J. Juan, representante del BID en México, aseguró que el país, comparado con otros del mismo nivel, no sólo está atrasado en su política tarifaria sino además en el tema de reformas al marco jurídico y regulatorio de la infraestructura de la participación privada de obras.

Dijo que aunque se cuenta con un marco jurídico regulatorio, se tiene una compilación de leyes para hacer inversiones en infraestructura, aunque afortunadamente el presidente Felipe Calderón, en el último paquete de reformas, anunció una nueva ley y el BID ya está trabajando con la Secretaría de Hacienda, Banobras y SCT para elaborar una ley marco de asociaciones público-privadas que contiene cuatro o cinco capítulos vitales para México y la inversión nacional.

Al participar en este municipio en la Cumbre de Infraestructura y Finanzas Sub-Soberanas en México, en el tema "Necesidades, prioridades y oportunidades en los estados y municipios de México" -el cual compartió con los secretarios de Finanzas de Hidalgo, Oaxaca y Michoacán-, destacó que hoy en día hay varios estados con ley de PPS, pero deben ser un poco más amplias, más ambiciosas y considerar todos los tipos de participación público-privada en el área de infraestructura.

Recordó que hoy en día el BID trabaja con los estados de Yucatán, Michoacán y Tabasco en el tema de desarrollo sostenible en tres ejes: buen gobierno, competitividad y cambio climático, para montar una operación quizá a través de Banobras.

Más adelante afirmó que la política tarifaria de México está muy atrasada, lo que tiene que ver con el tema de descentralización.

"Se ha descentralizado la dotación del servicio, mas no el tema de la política ni inversión, y esas cosas van acompañadas".

Dijo que en varios sectores, como agua y saneamiento, las tarifas no cubren siquiera el 20 por ciento del costo del servicio, y las empresas municipales caen en una espiral porque no recaudan lo suficiente para poder atender, y el servicio es cada vez peor.