En duda, la viabilidad del dólar como reserva mundial (El Financiero 12/10/09)

En duda, la viabilidad del dólar como reserva mundial (El Financiero 12/10/09)

(Notimex)

Lunes, 12 de octubre de 2009

Joseph Stiglitz pide una canasta de divisas.

 

NUEVA YORK, EU, 11 de octubre.- Con el dólar en su nivel más bajo en 18 meses, gobiernos y académicos alrededor del mundo cuestionan cada vez más a menudo la conveniencia de mantener a esa moneda como la única referencia global.

 

Para algunos de quienes pugnan porque una canasta de monedas sustituya al dólar, tal medida es inevitable, y lo que debe discutirse es sólo cuándo aplicarla. No obstante, concuerdan, el relevo del dólar no sucederá en el corto plazo.

 

La propuesta de emplear una canasta de monedas como referencia mundial ha gozado del apoyo de célebres economistas al menos desde la década de 1930, cuando destacaba el británico John Maynard Keynes.

 

Ahora, uno de los conspicuos impulsores de tal noción es el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien aboga por el relevo como uno de los pilares para renovar y fortalecer el sistema financiero y económico internacional.

 

Los riesgos de mantener una sola moneda como referencia mundial son varios.

 

Un dólar devaluado, para empezar, afecta las reservas del mundo entero, hechas en esta divisa.

 

En ese sentido, el principal afectado sería China, que tiene una reserva de más de un billón de dólares, y que ha manifestado públicamente su interés de emplear otra divisa como valor de intercambio mundial.

 

Asimismo, China ha comunicado su deseo de gozar de los privilegios de Estados Unidos que, para obtener recursos, imprime dinero y lo vende en forma de bonos de deuda a gobiernos e inversionistas institucionales.

 

En cambio, China y el resto del mundo deben vender sus productos en el mercado internacional para hacerse de recursos. No es casual, por ello, que Rusia, la India y Brasil también hayan expresado abiertamente su deseo de relevar al dólar.

 

Asimismo, un dólar devaluado aumenta las presiones inflacionarias en Estados Unidos, que debe pagar más por obtener productos extranjeros, lo que afecta sus importaciones y al comercio global.

 

El remplazo del dólar como referente mundial no implicaría una derrota para el sistema financiero liderado por Estados Unidos, sino simplemente la creación de otro modelo, más estable.

 

La nueva referencia mundial, como la ha propuesto Stiglitz, tomaría en cuenta a las monedas más fuertes en el mundo y sería controlada por el Fondo Monetario Internacional. El dólar, por supuesto, sería parte de tal referente. 

 

 

 

(Notimex)

Lunes, 12 de octubre de 2009

Joseph Stiglitz pide una canasta de divisas.

 

NUEVA YORK, EU, 11 de octubre.- Con el dólar en su nivel más bajo en 18 meses, gobiernos y académicos alrededor del mundo cuestionan cada vez más a menudo la conveniencia de mantener a esa moneda como la única referencia global.

 

Para algunos de quienes pugnan porque una canasta de monedas sustituya al dólar, tal medida es inevitable, y lo que debe discutirse es sólo cuándo aplicarla. No obstante, concuerdan, el relevo del dólar no sucederá en el corto plazo.

 

La propuesta de emplear una canasta de monedas como referencia mundial ha gozado del apoyo de célebres economistas al menos desde la década de 1930, cuando destacaba el británico John Maynard Keynes.

 

Ahora, uno de los conspicuos impulsores de tal noción es el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien aboga por el relevo como uno de los pilares para renovar y fortalecer el sistema financiero y económico internacional.

 

Los riesgos de mantener una sola moneda como referencia mundial son varios.

 

Un dólar devaluado, para empezar, afecta las reservas del mundo entero, hechas en esta divisa.

 

En ese sentido, el principal afectado sería China, que tiene una reserva de más de un billón de dólares, y que ha manifestado públicamente su interés de emplear otra divisa como valor de intercambio mundial.

 

Asimismo, China ha comunicado su deseo de gozar de los privilegios de Estados Unidos que, para obtener recursos, imprime dinero y lo vende en forma de bonos de deuda a gobiernos e inversionistas institucionales.

 

En cambio, China y el resto del mundo deben vender sus productos en el mercado internacional para hacerse de recursos. No es casual, por ello, que Rusia, la India y Brasil también hayan expresado abiertamente su deseo de relevar al dólar.

 

Asimismo, un dólar devaluado aumenta las presiones inflacionarias en Estados Unidos, que debe pagar más por obtener productos extranjeros, lo que afecta sus importaciones y al comercio global.

 

El remplazo del dólar como referente mundial no implicaría una derrota para el sistema financiero liderado por Estados Unidos, sino simplemente la creación de otro modelo, más estable.

 

La nueva referencia mundial, como la ha propuesto Stiglitz, tomaría en cuenta a las monedas más fuertes en el mundo y sería controlada por el Fondo Monetario Internacional. El dólar, por supuesto, sería parte de tal referente.