Hubo desconocimiento de la economía y pugnas políticas (El Financiero 20/10/09)

Hubo desconocimiento de la economía y pugnas políticas (El Financiero 20/10/09)

(Jeanette Leyva Reus)

Martes, 20 de octubre de 2009

Para el historiador económico y director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Enrique Cárdenas, la nacionalización bancaria fue una decisión tomada con información equivocada por parte del presidente José López Portillo durante un descanso en Ixtapa, Zihuatanejo.

 

"La nacionalización fue un subproducto o víctima más de la crisis económica que se dio a partir del auge petrolero, y que en 1981 tuvo su mayor expansión, en donde no será el auge petrolero, sino el endeudamiento del país con los capitales internacionales, que se complicó porque en el gobierno mexicano, por conflictos internos entre grupos, no llegó a un acuerdo para tomar una decisión consistente con ese problema", explica.

 

Cárdenas Sánchez cuenta que en ese momento los dos grupos al interior del gobierno con visiones distintas pusieron en un conflicto serio al presidente López Portillo, ya que no entendía bien el tema económico y decide no devaluar la moneda, pero tampoco reducir el gasto; todo esto en medio de la elección del próximo candidato a presidente del país.

 

"Esta conjugación de hechos va desde puntos distintos de vista de cómo funciona la economía, hasta ambiciones políticas", dice.

 

Agrega que la caída del precio internacional del petróleo significó el rompimiento de la tendencia creciente de diez años.

 

En febrero de 1982, el presidente está desesperado y cree que con su elocuencia detendrá la salida de recursos. "Y dice su frase celebre, que defenderá el peso como un perro. A raíz de eso, siguen las fugas de capital, viene la devaluación por que no hay reservas en el Banco de México", recuerda.

 

Sin embargo, el aumento de salarios nulifica la devaluación hecha y "ya es una vorágine de las autoridades de conseguir dólares, o irse a mexdólares, y el último día de junio se recibe el último gran crédito de corto plazo de dos mil 500 millones de dólares, el cual se acabó en un mes.

 

"Es cuando semanalmente Silva Herzog acude a Nueva York todas las mañanas a negociar con los bancos, y regresaba en la noche para que nadie se enterara qué estaba haciendo, pero como él dice: las fichas se acabaron."

 

Se pide no pagar la deuda, otro crédito y compra anticipada de petróleo, pero México, recuerda Cárdenas, fue tratado muy mal por el secretario del Tesoro de Ronald Reagan.

 

"Se superaprovecharon del país, y eso le ayuda a López Portillo a tomar la decisión, ya que piensa que hay un complot en contra de México y nacionaliza la banca."