Es mejor tener un déficit comercial: Martínez (El Financiero 12/02/10)

Es mejor tener un déficit comercial: Martínez (El Financiero 12/02/10)

Ivette Saldaña

Viernes, 12 de febrero de 2010

La política actual nos puede convertir en distribuidores, advierte el IMECE.

 

El déficit de México en su balanza comercial muestra la fortaleza de nuestra economía, ya que es mejor tener un saldo negativo que un superávit, afirmó la subsecretaria de Industria y Comercio, Lorenza Martínez.

 

Dijo que "el superávit comercial es el peor momento, es como si nadie nos quisiera prestar", y mientras más moderado sea el déficit, como el que tenemos ahora, es mejor.

 

Ahora bien, apuntó, el saldo negativo o positivo "no se define ni por decreto ni por política".

 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que en 2009 la balanza comercial mexicana registró un déficit de cuatro mil 677 millones de dólares, cifra menor a los 17 mil 261 millones de 2008.

 

Al respecto, el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Comercio Exterior (IMECE), Manuel Díaz Sánchez, señaló que con la política comercial -que incluye una baja arancelaria- el país corre el riesgo de que seamos importadores y no productores, y nos convirtamos en "el gran centro comercial" o que seamos sólo distribuidores.

 

Eso significaría que no se generarían los trabajos que requiere el país.

 

Además tenemos la otra realidad, de que muchos de los empleos que se generan es en empresas con capital extranjero y cuyas ganancias se van a otras naciones.

 

Los productores establecidos en nuestro territorio compiten en desventaja con respecto a otras empresas, porque aquí tenemos escasez de créditos y las tasas de interés son más altas que en otras economías, y la energía eléctrica es cara, advirtió en entrevista.

 

Visión estática

 

En la conferencia que dio a miembros del IMECE, Lorenza Martínez afirmó que la política de apertura comercial que se aplica en el país promueve la innovación y generará empleos de calidad.

 

Aseguró que es erróneo pensar que una economía abierta sólo causará una pérdida de empleos que nunca se volverán a recuperar.

 

Ésa "es una visión estática, y se tiene que pensar en una visión dinámica", es decir plantearnos qué esquema de largo plazo necesitamos para generar trabajos de calidad, y la respuesta es tener una política de apertura que nos permita atraer innovación y tener acceso a nuevas tecnologías.

 

México es un país con una economía y un mercado muy abierto. Sólo 9 por ciento del total de las importaciones que se realizan pagan arancel, apuntó la funcionaria.

 

La baja arancelaria, iniciada en enero de 2008, seguirá hasta 2013, y el arancel promedio disminuirá de 10.4 a 4.2 por ciento en ese periodo.

 

Tal reducción podría aumentar la recaudación de impuestos, porque los empresarios podrían preferir pagar tasas de aranceles de 3 o 4 por ciento, en lugar de enfrentarse a toda la burocracia que hay para obtener un Programa Sectorial, por el cual se obtiene un arancel preferencial que puede ser de cero por ciento.

 

Finalmente aseguró que esa baja permitirá que también las pequeñas y medianas empresas obtengan los beneficios de pagar un arancel bajo, ya que antes sólo las grandes firmas contaban con los recursos para tener acceso a Programas Sectoriales, de excepción y de apoyo a las exportaciones.