La mujer en la actividad productiva (El Financiero 12/03/10)

La mujer en la actividad productiva (El Financiero 12/03/10)

Viernes, 12 de marzo de 2010

Una de cada dos mujeres con más de 15 años es económicamente inactiva, comparado con uno de cada cinco hombres.

Las mujeres que buscan empleo tienen más dificultades que los hombres a la hora de encontrarlo.

Cuando las mujeres logran emplearse, reciben menores salarios y beneficios que los hombres en puestos similares.

 

A pesar de que en las últimas décadas ha habido avances importantes en términos de igualdad de género, aún existen brechas importantes entre hombres y mujeres en diversas áreas de la actividad productiva, y de manera particular dentro del mercado laboral.

 

 

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, existen tres áreas en las que persisten desequilibrios en materia de igualdad de género en el mercado del trabajo en todo el mundo.

 

Primero, una de cada dos mujeres con más de 15 años es económicamente inactiva, comparado con uno de cada cinco hombres. En algunas regiones, todavía hay menos de cuatro mujeres económicamente activas por cada 10 hombres activos. Segundo, las mujeres que buscan empleo tienen más dificultades que los hombres a la hora de encontrarlo. Tercero, cuando las mujeres logran emplearse, reciben menores salarios y beneficios que los hombres en puestos similares.

 

A pesar de que entre 1980 y 2008 la tasa de actividad de la mano de obra femenina aumentó de 50.2 a 51.7 por ciento, y la del sexo masculino bajó de 82.0 a 77.7 por ciento, la tasa de desempleo de las mujeres (7.0 por ciento) en todo el orbe sigue siendo mayor que la de los hombres (6.3 por ciento), además de que, de 2007 a 2009, la primera creció más que la segunda: 1.0 vs. 0.8 puntos porcentuales, respectivamente. En regiones como Medio Oriente y África del Norte, la tasa de desempleo femenina supera a la tasa masculina en siete puntos porcentuales.

 

Existe evidencia de que el impacto inicial de la crisis económica mundial se sintió en sectores que habitualmente emplean a hombres (construcción, manufacturas y finanzas), pero el efecto se ha extendido a otras ramas, incluyendo los servicios, donde las mujeres tienden a predominar.

 

A pesar de que crisis anteriores muestran que ambos sexos se han visto afectados de la misma manera en términos de pérdida de empleo, debe subrayarse que las mujeres tienen más dificultades que los hombres a la hora de encontrar trabajo.

 

Sin distinción de países (desarrollados o no), tanto en el ámbito de la política, la economía o las finanzas, las mujeres están subrepresentadas. Casi la mitad (46 por ciento) de las grandes corporaciones en los 30 países que integran la OCDE, entre ellos México, no tienen mujeres en los puestos de toma de decisiones, de acuerdo con las Naciones Unidas.

 

En América del Norte y del Sur su influencia política se ubica en 21.7 por ciento; en Asia y África subsahariana está en 18 por ciento y en el mundo árabe llega sólo a 9.7 por ciento. Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda son los países donde se ocupa la mayor cantidad de mujeres en puestos directivos, tanto en el sector público como privado, mientras que en donde tienen menos perspectivas de ocupar puestos directivos son Italia, España y Grecia.

 

Diversos estudios en esta materia señalan que las empresas lideradas por mujeres son más exitosas. Las 500 firmas de Fortune con directorios integrados por mujeres lograron mayores ganancias en 42 por ciento y mejoraron sus rendimientos de inversiones en 67 por ciento. A pesar de esta evidencia, la representación femenina en el mundo corporativo aún es poca.

 

Sólo 23 por ciento de las empresas más importantes integran a una o más mujeres en sus directorios. En los 50 principales bancos comerciales de Estados Unidos la presencia de mujeres en puestos ejecutivos es de 12.6 por ciento y en la Unión Europea, donde los hombres dirigen todos los bancos más importantes, las mujeres ocupan sólo 17 por ciento de los cargos directivos.

 

México no es la excepción respecto de la brecha que existe entre mujeres y hombres. A pesar de que representan más de la mitad (50.9 por ciento) de la población nacional, de que casi 65 por ciento son asalariadas y 30 por ciento de ellas son el sostén del hogar y de que viven más que los hombres, éstas padecen más analfabetismo y carecen de oportunidades en el ámbito laboral.

 

En 2009, de acuerdo con el INEGI, ocho de cada 100 mujeres no sabían leer ni escribir, mientras que en los hombres la proporción es de cinco de cada 100. Chiapas tiene el porcentaje más alto de mujeres analfabetas con 21.8 por ciento, y la mayor distancia porcentual por sexo, al registrar los hombres 12.6 por ciento.

 

Dentro del mercado laboral, de las 41.4 millones de mujeres económicamente activas (de 14 y más años), el 62.3 por ciento realizó trabajo no remunerado, mientras que los hombres registraron una cifra de 26.5 por ciento de los 37.3 millones económicamente activos. En cuanto a las cargas de trabajo no remunerado, en promedio las mujeres (41.3 horas) trabajan 18 horas más que los hombres (23.2 horas).

 

Cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social señalan que 38 por ciento del mercado laboral mexicano es ocupado por mujeres, cifra superior al 17 por ciento observado en 1970, aunque cabe hacer mención que este incremento se ha dado de manera desigual en lo que respecta a salarios, posiciones y responsabilidades en el trabajo y en la familia.

 

Hasta 2008, las mujeres recibieron un ingreso promedio casi 10 por ciento menor que el de los hombres, en un puesto de trabajo en el que ambos tenían la misma calificación y con igual número de horas. Asimismo, sólo el 1.4 por ciento de las mujeres tienen puestos de toma de decisión, como gerentes o funcionarias públicas; 15 por ciento de las mujeres ocupadas se desempeña como profesionista o técnico especializado; y 26.9 por ciento se dedica a actividades comerciales o es vendedora, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2009.

 

A pesar de que en las últimas décadas las mujeres han incursionado en los espacios de poder y toma de decisiones en el país, su participación aún es modesta. En 30 años, sólo seis mujeres han gobernado una entidad federativa o el Distrito Federal.

 

En las presidencias municipales, las instancias de gobierno más cercanas a la población, la participación de las mujeres ha oscilado entre 3.5 y 5.0 por ciento. Actualmente 122 de los dos mil 440 gobiernos municipales existentes están encabezados por una mujer.

 

En el Poder Judicial, sólo uno de cada cinco puestos de ministros, magistrados y jueces lo encabeza una dama. En el Poder Ejecutivo Federal, solamente tres de las 19 secretarías de Estado son dirigidas por mujeres.

 

En suma, estos simples indicadores muestran la enorme deuda que tenemos que saldar con la población del sexo femenino en muchos frentes y latitudes.

   

Mtro. Humberto Aguirre Aguirre, profesor de posgrado de la EBC.

 

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