Reformar redes de seguridad social, recomienda el FMI (El Financiero 28/07/10)

(Eduardo Jardón)

Miércoles, 28 de julio de 2010

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Los principales desafíos que enfrenta la economía mundial son establecer un programa ambicioso de reforma al sistema financiero y constituir planes de consolidación fiscal creíbles a mediano plazo, indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El organismo consideró que un ajuste fiscal exitoso es difícil sin un fuerte crecimiento económico, por lo que exhortó a la aplicación de las reformas estructurales, ya que son necesarias para elevar el crecimiento potencial.

John Lipsky, primer subdirector gerente del organismo, explicó que las reformas a los sistemas de pensiones, a los programas públicos de atención a la salud y el fortalecimiento de las instituciones fiscales son tareas críticas en los planes de consolidación.

En cuanto al sistema financiero, un objetivo clave es una mayor transparencia en relación con los pasivos bancarios y su exposición a la deuda soberana.

Al respecto, el funcionario mencionó que los resultados de la prueba de estrés bancario en Europa han hecho una contribución positiva al mercado.

Otro de los retos a los que se tendrá que hacer frente es a la necesidad de reequilibrar la demanda global y a las reformas estructurales para apoyar el futuro crecimiento.

Así, las economías con excedentes en las cuentas externas deben continuar impulsando la demanda interna, apoyada en las reformas a las redes de seguridad social, en la mejora en la productividad y, en su caso, en la flexibilización del tipo de cambio.

En los países con déficit en la cuenta corriente, se debe trabajar en la consolidación fiscal y en la reforma al sector financiero, lo que debe contribuir a reequilibrar la demanda.

Según el FMI, a pesar de las recientes señales de desaceleración, se espera que continúe la recuperación de la economía mundial, aunque ésta será moderada.

El desafío de la política global, dijo, es mantener la recuperación mientras se restaura la confianza.

El organismo prevé que en este año el Producto Interno Bruto Mundial (PIB) crecerá 4.6 por ciento, luego de una caída de 0.6 por ciento en 2009.