Recomiendan programas regionales (El Reforma 18/02/08)

Considera experto que los programas deberían tener conexiones con los programas de infraestructura de la región

Lucero Almanza

Ciudad de México  (18 febrero 2008).-   Los programas de apoyo a la inversión regional, como Marcha Hacia el Sur, deben centrarse en el desarrollo del potencial productivo de las entidades, partiendo de un análisis sobre aquellos proyectos viables y con mayor valor agregado, consideró Sergio García de Alba, ex Secretario de Economía.

"Considero que el programa (Marcha Hacia el Sur) estuvo funcionando con buenos resultados en su segunda fase, y bien podría continuar como una de las acciones que permita darle preferencia a la atracción de inversión nacional y extranjera en esa región de México que tanto lo necesita", aseguró.

García de Alba, quien fuera titular de la Secretaría de Economía durante la segunda mitad del sexenio de Vicente Fox, consideró que de buscar un programa para apoyar la inversión en la región sur-sureste del País, debería considerarse la participación de los secretarios de desarrollo económico.

Esto, con el fin de crear un equilibrio entre las visiones federal y de los estados.

"También podría incluirse que dicho programa tuviese conexiones con los programas de infraestructura de la región, lo que facilita más la atracción de inversión, y un 'mapeo' de cuales son los proyectos estratégicos de los principales polos de desarrollo de la región", destacó.

El programa Marcha Hacia el Sur, de la Administración foxista, fracasó luego de que las empresas beneficiadas no cumplieran con los compromisos de inversión y generación de empleo, así como por la falta de supervisión de los proyectos por parte del Gobierno.

El proyecto, que durante el periodo 2001-2006 recibió recursos por 616.2 millones de pesos, buscaba incentivar la inversión y generación de empleo en la región sur-sureste de México, además de reducir la brecha de desarrollo con el resto del País.

El ex funcionario mencionó que entre 2004 y los primeros meses de 2006, la promoción de inversión del proyecto comenzó a funcionar en lo referente al cumplimiento de los compromisos por parte de las compañías.

Pero el programa fue diseñado para operar con la visión de mantenerlo durante el sexenio, y que entrase en un proceso de extinción al final del mismo, explicó.

"Se buscó entregar los pendientes del fideicomiso al SAE, pero las condiciones que pedía para recibirlo llevó a la propuesta de que era económicamente mejor que la Secretaría de Economía mantuviese por un periodo de tiempo mayor ya sólo el trabajo de supervisión de los procesos legales", detalló.

En la última evaluación del Fideicomiso Marcha Hacia el Sur, realizada por la Subdirección de Consultoría del Centro de Investigaciones Económicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) a encargo de la Secretaría de Economía, durante la vida del programa no se tuvo suficiente información sobre los avances de los proyectos apoyados.

Tampoco se establecieron indicadores claros de resultados, y se presentaron problemas de extravío de documentación, ocasionando atrasos al cronograma de los proyectos de inversión de empresas.

Al final de su operación, agregó, no se llevaron a cabo todos los mecanismos de promoción y difusión debido a la falta de presupuesto.