La importancia de la administración financiera internacional (El Financiero 04/05/11)

Carlos Alberto Moreno Ojeda

Miércoles, 4 de mayo de 2011

En un entorno caracterizado por la globalización de negocios de índole bursátil, el desarrollo de los sistemas de telecomunicaciones y la creciente volatilidad de los mercados de valores, la administración internacional ha cobrado gran relevancia en nuestros días para desarrollar estrategias de manejo de mercado.

Se pretende que la información sea fidedigna, objetiva y oportuna, de tal manera que quede garantizado el éxito de diversos sectores económicos, de los cuales derivan un sinfín de beneficios para las economías globales.

En la actualidad existe un nuevo concepto de empresa: la abierta o transparente, en la cual la información ya no es manejada con el secretismo de antaño, ya que su actividad es analizada de forma exhaustiva por accionistas, socios, clientes y otros grupos de interés, los cuales demandan una información oportuna y veraz, que les sea útil para la toma de decisiones considerando los manejos que se den en los mercados internacionales, y el efecto que éstos podrán tener a la hora de tomar algún rumbo de acción.

La necesidad de crecimiento de las empresas las lleva a entrar en el comercio internacional, es decir, comercio entre entidades política, económica y socialmente diferentes.

En épocas pasadas esta necesidad surgía casi siempre del crecimiento de la empresa, la eficacia de los sistemas de producción, y las economías de escala hacían que las empresas voltearan hacia otros mercados fuera de aquel que naturalmente conocían, con el fin de seguir creciendo.

Tal es el caso de empresas de estatura mundial, como PepsiCo y Unilever; otras crecieron mediante el desarrollo de un producto único y exclusivo, cuya demanda existía en forma global y que, por lo tanto, requería de una respuesta del mismo tipo -aquí podríamos mencionar a Ford, que fue precursora en el desarrollo de la industria automotriz.

Otras compañías finalmente entraron en los negocios internacionales, porque así iniciaron sus operaciones; están los casos de las dedicadas a la extracción de minerales y la producción de combustibles, que son bienes de consumo primordiales a escala internacional.

Por la causa que sea, hasta hace algunas décadas el crecimiento internacional de las empresas provenía esencialmente de adentro, de sus características propias; no obstante, el desarrollo tecnológico ha hecho que las empresas se desarrollen internacionalmente por causas externas, pues las nuevas tecnologías en comunicaciones y la facilidad de circulación de capitales y mercancías por el mundo han hecho que aun las empresas más pequeñas se vean precisadas a buscar horizontes transfronterizos.

Pero no es fácil la transición de las actividades de una empresa al ámbito internacional. Los factores sociales, que podríamos definir como la forma en que cada sociedad ha desarrollado su particular concepto del mundo, para así manejar las relaciones humanas, se convierten en un factor primordial para analizar a la hora de buscar la expansión hacia los mercados foráneos; este tipo de elementos se ven reflejados inclusive en la legislación aplicable por parte del gobierno en diferentes lugares del mundo.

Cuando una empresa ha nacido y crecido en un ambiente social determinado está acostumbrada a cierto funcionamiento, y todos sus integrantes comparten los supuestos del mismo; por ello el trabajo se desarrolla de forma fluida.

Sin embargo, al salir del ámbito internacional debe aprender a desempeñarse en atmósferas diferentes, con otros supuestos y diversas formas de poder llevar a cabo su operación. A pesar de esto, el cambio es difícil para todos, y en ocasiones imposible para algunos, pues implica una serie de riesgos adicionales que podrían ser definitivos para alcanzar el éxito.

Otro factor de importancia cuando se busca competir en el mundo es el manejo de las monedas y sus tipos de cambio en los mercados bursátiles internacionales, pues no hay que olvidar que la moneda de muchas naciones se encuentra sobrevaluada o subvalorada, frente a las principales divisas comerciales del mundo.

El riesgo cambiario es un aspecto de suma importancia cuando se realizan operaciones internacionales, ya que puede representar un riesgo negativo, y al mismo tiempo nos ofrece una ventaja, dado que puede ayudar a la reducción de costos financieros y de manufactura en el extranjero frente a los costos nacionales.

Por ejemplo, la estrategia de mantener un tipo de cambio artificialmente bajo frente a divisas mundiales ha sido clave en el desarrollo de economías, como la de Japón, que hoy en día, desgraciadamente, se encuentra en la palestra mundial debido a un desastre natural, que se supone genere un desequilibrio económico importante, aunque antes de la adversidad se erigía como una potencia exportadora.

Claro, el riesgo cambiario es grande, ya que en algún momento será necesario ajustar esta subvaluación, pero mientras no se haga, las ventajas financieras y comerciales son tan grandes que muchas empresas deciden asumir el riesgo como parte normal de su negocio y explotarlo hasta donde les sea posible, aprovechando las ventajas que una apropiada administración financiera internacional ofrece.

En general podemos decir entonces que la administración financiera internacional no es ya un privilegio o campo exclusivo de las grandes empresas, sino un factor primordial digno de considerar al operar cualquier negocio, sin importar la rama industrial de la que se trate, pues hoy en día está claro que a cualquier empresario mexicano le afecta en forma directa cualquier fenómeno en los mercados mundiales.

Si lo que se busca es crecimiento, expansión y aminorar el efecto de las adversidades en la operación de una empresa, la mejor opción es una apropiada administración financiera, pues los riesgos y beneficios no son exclusivos de unos cuantos: son cosa de todos.

Alumno de séptimo semestre de la licenciatura de contaduría pública y finanzas del Tecnológico de Monterrey campus ciudad de México