Desarrollo económico, centrado en el capital humano (El Financiero 20/02/08)

Miércoles, 20 de febrero de 2008

Después del reciente anuncio sobre una recesión en la economía estadounidense y su consecuente impacto en el resto del mundo -incluyendo, por supuesto, a México-, se vuelven aún más inciertas las proyecciones macroeconómicas basadas en factores como el precio del petróleo, energéticos, inversión extranjera y las exportaciones.

Pareciera que hay muy pocas variables tan certeras como el continuo crecimiento poblacional y sus demandas inherentes.

De acuerdo con las proyecciones elaboradas por la Conapo, sabemos que actualmente la población mexicana se incrementa alrededor de 1.0 por ciento anual y a pesar de que este crecimiento no es constante, de cualquier modo para el año 2050 seremos 122 millones de habitantes con su correspondiente demanda de alimentación, educación, servicios básicos, bienes y empleo.

A saber, la Población Económicamente Activa (PEA) crecerá gradualmente de 42.1 millones en el año 2000, a 51.2 en el 2010, y hasta 65.2 millones en el 2050.

Esto nos dice que más del 50 por ciento de la población en ese entonces estará en posibilidad de ser productivo -al menos por la edad.

Posterior a 2042, la PEA comenzará a reducirse como resultado del proceso natural de envejecimiento de la población, pues los retiros gradualmente habrán de sobrepasar a las incorporaciones a la fuerza laboral.

No es una situación que se avecine, el fenómeno está sucediendo hace años y las cifras más altas de incorporaciones a la fuerza laboral y empleos requeridos anualmente, las estamos viviendo ahora mismo (más de 800 mil anuales).

A partir de 2015 este aumento se contendrá, aunque de cualquier forma la PEA seguirá creciendo por los adultos mayores que no se retiran. O sea que estamos viviendo hoy y hasta dentro de siete años la mayor "explosión demográfica" que la PEA verá nuestra historia.

La oportunidad detrás de estos números es que potencialmente tenemos en el recurso humano una fuente creciente y constante de trabajo y de ideas, esto es, de valor.

Nuestro reto es reorientar el enfoque. Debemos incluir en la ecuación la fuerza productiva y ponerla en movimiento, encontrando caminos que no devalúen al hombre en sus diversas expresiones, pero, sobre todo, atar el desarrollo económico a ello. Crecer, utilizando a la población como elemento central de producción, sin tomar un sentido utilitarista sino social.

Debemos crecer aprovechando los volúmenes de mano de obra y conocimiento disponible; asegurar que los jóvenes se adhieran a la producción en edad temprana, y que su vida productiva laboral se prolongue lo más posible, considerando el envejecimiento de nuestra estructura.

Una acción más completa, efectiva y esperanzadora sería crear un "Plan Nacional de Crecimiento Económico Centrado en el Capital Humano 2008-2050", donde nuestro principal motor sea el desarrollo y aprovechamiento del factor humano, cualquiera que sea su edad.

Fuente: Consejo Nacional de Población (Conapo). Proyección de la Población Económicamente Activa de México y las Entidades Federativas 2000-2050.

http://www.conapo.gob.mx/00cifras/PEA/PEA.pdf P. 30-32

Elaborado por MAD Lorena Caro Guzmán, aspirante al doctorado en Administración de la Universidad Anáhuac México Sur, y dirigido por el Dr. Carlos Miguel Barber Kuri.