México: remesas y pobreza (El Financiero 20/02/08)

México: remesas y pobreza (El Financiero 20/02/08)

Miércoles, 20 de febrero de 2008

Si no se toman medidas radicales para aprovechar el flujo de remesas, esta oportunidad será una más de las desaprovechadas por nuestra sociedad.

 

Una de las posibilidades es "bancarizar" dichas remesas, con lo que se incentivará el ahorro y se combatirá de manera frontal la pobreza patrimonial

   

El flujo migratorio entre México y Estados Unidos ha dejado como resultado un envío de aproximadamente 22 mil millones de dólares en 2007, lo que representa la primera fuente de ingresos de origen externo, en términos netos, para la economía mexicana, por encima del flujo petrolero.

 

Se espera que en un futuro este monto se siga conservando y, por lo tanto, la importancia de las remesas en la economía nacional sea cada vez mayor.

 

Lo anterior representa una gran oportunidad de crecimiento para México. Si una parte de los recursos que el país recibe por remesas se pudieran destinar a financiar proyectos de inversión, servir como base para la obtención de créditos, financiar seguros, entre otros servicios financieros, las remesas servirían como un aliado para poder hacer frente a los problemas de pobreza y desarrollo en el país.

 

Según los datos reportados por el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza en México, de la Secretaría de Desarrollo Social, el 18.6 por ciento de la población se encontraba en pobreza alimentaria, 25.3 por ciento en pobreza de capacidades y 45.9 por ciento en pobreza patrimonial para el año 2000; mientras que para 2004 dichos números fueron de 13.7, 19.8 y 39.6 por ciento, respectivamente.

 

Aunque dichos datos no son recientes, el escaso crecimiento y desarrollo económico observado en la economía mexicana durante los pasados años, así como el futuro panorama esperado, dada la expectativa de recesión mundial por la situación económica estadounidense, hace prever que si no se toman medidas radicales para aprovechar el flujo de remesas (que dicho sea de paso se dirigen a los rubros marginados de la población) esta oportunidad será una más de las desaprovechadas por nuestra sociedad.

 

Una de nuestras posibilidades es "bancarizar" dichas remesas, con lo que se incentivará el ahorro y se combatirá de manera frontal la pobreza patrimonial, mediante la realización y el uso del sector de ahorro y crédito popular, como los ejemplos internacionales, los cuales son vastos y exitosos.

 

Se cita al alemán Sparkassen, quien maneja aproximadamente el 38 por ciento de los activos financieros de la economía de su país, o bien, las cajas de ahorro españolas (cultura más cercana a la nuestra) o la canadiense Desjardins, el grupo financiero más importante de ese país.

 

Si realmente se quiere combatir la pobreza alimentaria, se debe poner especial énfasis a la tradición culinaria mexicana y para hacer frente a la pobreza de capacidades, es necesaria una verdadera reforma educativa.

 

Para estos efectos, las remesas podrían ser vistas como un medio para atender tales cuestiones, siempre y cuando las mismas entren al sistema financiero formal que permita con ello el movimiento de la economía para que genere riquezas.

   

Elaborado por M. en I. Jaime Francisco Gómez Vega, aspirante al doctorado en Administración de la Universidad Anáhuac México Sur, y dirigido por Dr. Carlos Miguel Barber Kuri.