La realidad del petróleo en México (El Financiero 07/03/08)

La realidad del petróleo en México (El Financiero 07/03/08)

Carlos Alberto Martínez *

Viernes, 7 de marzo de 2008

El precio internacional del petróleo rebasó esta semana los cien dólares por barril, ubicándose en cotizaciones de hasta 103 dólares para el del Mar del Norte, conocido como Brent, el de mejores características y, por tanto, el de mayor valor; es decir, es tan de buena calidad que el costo de su refinación es bajo y, por ende, su precio en crudo es alto.

 

Para el caso del petróleo mexicano, las cosas son un poco diferentes; si bien hemos tenido abundantes cantidades, la naturaleza nos proveyó de un crudo de no tan buena calidad y, en consecuencia, el costo de su refinación es más alto, por eso su valor se ubica en 20 dólares menos que los de mejor calidad: Brent y WTI.

 

Esto explica por qué México vende su crudo como una mezcla entre el del ITSMO y el Maya, a efecto de mejorar en algo su calidad y poderlo vender un poco más caro.

 

Independientemente, es necesario señalar que al menos en los últimos ocho años el precio internacional del petróleo ha estado por arriba de lo estimado en el presupuesto de egresos de cada año y, por consiguiente, se han tenido importantes excedentes económicos, producto del diferencial entre lo presupuestado y lo realmente recibido por su precio alto.

 

Recientemente, el Centro de Estudios en Finanzas Públicas (CEFP) publicó un estudio cuyos resultados son dignos de tomarse en cuanta y, sobre todo, para alertarse seriamente.

 

Entre 2000 y 2006 Petróleos Mexicanos (Pemex) alcanzó su rango máximo de producción: 3.4 millones de barriles de crudo diarios.

 

A un precio promedio de 40 dólares por 3.4 millones por seis años por los días laborales de cada año, el resultado es una muy cuantiosa cifra de recursos económicos que, según el estudio, sirvieron preponderantemente para sufragar gasto corriente y los gastos de los gobernadores de los estados y jefe de gobierno del D F.

 

En 2007, primer año de la actual administración, se tuvieron precios promedio de 80 dólares, pero no ha habido excedentes porque Pemex está disminuyendo su capacidad de producción a poco menos de tres millones de barriles diarios.

 

La máxima capacidad de producción de crudo en la historia y los altísimos precios del petróleo fueron una oportunidad que se dejó escapar en México para que la industria petrolera se fortaleciera, como se ha hecho en Brasil o Noruega, que hace 40 años no tenían reservas, industria ni refinación y ahora la primera es el ejemplo de América Latina y la segunda, la gran potencia en el mundo propietaria del petróleo Brent justamente.

 

Pero lo que es aún peor es que esta oportunidad tampoco sirvió para contribuir a mejor el capital humano y físico de México; es decir, educación e infraestructura.

 

El estudio en comento da cuenta de que en 2000, 45 mil millones de pesos de excedentes sirvieron para gasto de gobierno no programable, Fondo de Estabilización (FEIP) y pago de deuda.

 

En 2002, por ejemplo, 8.5 mil millones de pesos por los mismos conceptos que en 2000, pero añadiendo una jugosa partida para los estados y el DF.

 

Así, en los siguientes años, en conceptos similares pero destacan 2005 y 2006. En esos años hubo excedentes combinados por 210 mil millones de pesos (105 mil millones por año), los cuales sirvieron para los estados y DF, cubrir la mala recaudación de ISR e IVA, mejorar el balance económico del gobierno y el FEIP.

 

Ahora se entiende que los grandes precios internacionales del petróleo han servido para el equilibrio del balance del gobierno federal -ingresos y gastos- y, desde luego, para financiar los anuncios publicitarios de las grandes obras de los gobernadores y jefe de gobierno del DF.

 

Como los uniformes escolares gratis, seguros de desempleo, entrega de tractores también gratis, vales de descuento para tortillas y demás importantes gastos para México, no para mejorar la calidad de vida, sino para seguir manteniendo la clientela política de cara a las próximas elecciones.

 

Ojalá que si llega a haber una reforma a Pemex que no energética, al menos se exija que los recursos excedentes sirvan realmente para mejorar el capital físico y humano de nuestro país; eso es lo realmente importante para mejorar la calidad de vida de toda la población.

 

* Investigador. Profesor de entorno económico en el Tec de Monterrey y de mercado de valores en la Universidad Iberoamericana. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida de \"spam bots\", necesita habilitar Javascript para poder verla.