Desaceleración en EU frena las exportaciones mexicanas (El Financiero 10/03/08)

Desaceleración en EU frena las exportaciones mexicanas (El Financiero 10/03/08)

Arturo Robles

Lunes, 10 de marzo de 2008

Dólar débil encarece las importaciones del vecino país.

Sugieren analistas buscar nuevos mercados.

Desaprovecha México TLC con Unión Europea.

 

La desaceleración de la actividad económica de Estados Unidos y el debilitamiento del dólar frente a otras divisas han propiciado un encarecimiento en las importaciones del vecino país, afectando el impulso de las exportaciones mexicanas.

 

Datos del Banco de México (Banxico) muestran que 82 por ciento de nuestras ventas al exterior en 2007 se dirigieron a EU, pero el menor impulso económico afectó su crecimiento anual, que fue de 5.5 por ciento, dato inferior en comparación con los avances de 15.4 y 11.6 de 2006 y 2005.

 

El año pasado, el valor de las exportaciones mexicanas al vecino del norte ascendió a 223 mil 404 millones de dólares, equivalentes a 25 por ciento de nuestro Producto Interno Bruto (PIB).

 

Rafael Camarena, economista del Grupo Financiero Santander, explicó que con el debilitamiento del dólar, el peso muestra una mayor competitividad frente al euro, por lo que se deberían crear las condiciones favorables para detonar las exportaciones mexicanas a Europa y a otras regiones, pero principalmente al viejo continente.

 

"Se debe aprovechar la coyuntura y crecer los mercados para las exportaciones mexicanas, ya que por la coyuntura los flujos provenientes de Europa han favorecido la fortaleza del peso."

 

Datos del Banxico indican que las exportaciones a la Unión Europea sumaron 14 mil 460 millones de dólares, y reportaron un avance anual de 31 por ciento.

 

Con base en las cifras, desde 2001 las exportaciones a EU han aumentado en 1.7 veces, mientras que a los países del viejo continente se han multiplicado en 2.7 veces.

 

Gerardo Esquivel, investigador de El Colegio de México (Colmex), coincidió con Camarena en los efectos de la presión del peso frente al dólar, y apuntaron un debilitamiento de las exportaciones, lo que se constituirá en una limitante para la actividad económica del país.

 

Se debe considerar que con la baja en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) y los efectos de la desaceleración, se frenarán las exportaciones a ese país, al menos en el primer trimestre del año, explicaron ambos especialistas.

 

Esquivel dijo que el diferencial de las tasas de interés con Estados Unidos es elevado, y aunque las altas tasas generan entrada de recursos y fortaleza del peso, será de forma eventual.

 

"Para el vecino país, hasta cierto punto, los efectos que está provocando la depreciación del dólar frente a otras monedas, reduce sus importaciones y ayuda a aliviar su déficit comercial, y lo va a seguir haciendo mientras dure la coyuntura de desaceleración."

 

Doble proceso

 

Según Tomás Olvera, economista de Consultores internacionales, el escenario del peso ligado al dólar involucra un doble proceso.

 

En primer lugar, la equivalencia con el dólar se mantiene constante, ya que estamos sobrevaluados por los ingresos que se han observado por los flujos provenientes de reservas internacionales, Inversión Extranjera Directa (IED) y las ventas de petróleo. De ahí que en el manejo de la política económica se deben considerar ajustes en el tipo de cambio, principalmente porque con la fortaleza del peso no se corren riesgos de una devaluación.

 

El Banxico debe aplicar un mecanismo de ajuste a la paridad de entre 11.50 y 12 pesos frente al dólar. Además, con los niveles actuales en las tasas de interés se mantiene un gran anclaje en las presiones inflacionarias, comentó Olvera.

 

Consideró que la desaceleración de Estados Unidos y la debilidad del dólar no presentan un escenario tan negro para México.

 

"La economía cerró bien el año pasado y se han visto alicientes en la industria automotriz, programas públicos y para el campo, lo que puede generar un efecto multiplicador en el mediano plazo, que ayude a detonar la inversión y el crecimiento."

 

Además, apuntó, se considera que se puede impulsar la inversión si el sector público se adhiere a esos programas.

 

Dijo que es la última llamada para cambiar la política económica y utilizar recursos para los procesos productivos, además de destinar recursos a los procesos energéticos, ya que dependemos en más de 90 por ciento de la energía primaria, petróleo y gas.

 

El dilema en México es que si bajan las tasa para reactivar a la economía y reducir el diferencial con las tasas con Estados Unidos, se pueden generar presiones inflacionarias, por lo que no es predecible que se bajen las tasas al menos en el corto plazo.