México acumula deuda externa de manera acelerada: Coutiño (El Financiero 20/01/12)

Eduardo Jardón

Viernes, 20 de enero de 2012

México aprovechó las bajas tasas de interés internacionales que se han observado en los últimos años para incrementar su deuda externa, lo que tendrá implicaciones para futuras generaciones.

En un análisis, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics, indicó que esto puede ser visto como una oportunidad de acceso al financiamiento externo barato, pero también representa una acumulación acelerada de la deuda externa y la desventaja es que aumenta la carga de la deuda para el futuro.

Según sus cálculos, el total de la deuda externa de México casi se duplicó en la presente administración, ya que pasó de 107 mil millones de dólares a finales de 2006, a casi 200 mil millones en 2011.

El experto anotó en un reporte que coincidentemente, la deuda pública con el exterior comenzó a acelerarse inmediatamente después de que la Reserva Federal de Estados Unidos bajó su tasa de referencia al mínimo histórico de 0.25 por ciento a finales de 2008.

Así, detalló que desde principios de 2009 a la fecha la tasa de interés se ha mantenido en ese nivel y, al mismo tiempo, la deuda pública se elevó de 57 mil millones de dólares a finales de 2008, a 111 mil millones a mediados de 2011.

"La mayor parte del incremento bruto se debió a emisiones de bonos del gobierno mexicano en los mercados internacionales, así como también de créditos con la banca comercial", apuntó el especialista.

Inconvenientes

De acuerdo con cifras de la Secretaría y Hacienda y Crédito Público, de finales de 2008 a septiembre de 2011 la deuda total externa del país creció 99 por ciento.

La del gobierno federal se elevó 43 por ciento en el periodo, la del sector bancario lo hizo en 124 por ciento, y en otros sectores el avance fue de 62 por ciento.

Si bien el país acumuló reservas internacionales, lo que puede ser visto como contraparte del endeudamiento, la acumulación únicamente representó 65 por ciento de la deuda total y 80 por ciento del incremento en la deuda externa.

Esto, señaló Coutiño, tiene dos inconvenientes: uno, que un país no debería aumentar su endeudamiento con el fin de acumular reservas, ya que tiene un costo implícito y, por otra parte, que la acumulación reportada en las reservas no compensa el incremento en la deuda, por lo que parte de se endeudamiento se gastó.