Lento avance de México en competencia bancaria (El Financiero 24/03/08)

Lento avance de México en competencia bancaria (El Financiero 24/03/08)

Clara Zepeda Hurtado

Lunes, 24 de marzo de 2008

Excesiva brecha entre tasas pasivas y activas.

El costo promedio anual es de 38% en tarjetas bancarias.

El interés en pagaré bancario a 28 días es de apenas 7.50%.

 

Pese a los avances de competitividad en la industria bancaria en México, la "piedra en el zapato" continúa siendo la brecha "excesiva" entre lo que los bancos le cobran a los deudores y lo que le pagan a los ahorradores.

 

El diferencial que existe entre las tasas pasivas -las que se les pagan a los ahorradores- y las activas -las que se les cobran a los deudores- va desde los diez hasta los 40 puntos porcentuales, lo que quiere decir que el crédito, cuyo precio se mide por medio de las segundas, está caro.

 

De acuerdo con el Informe Mundial de Competitividad 2007-2008 del Foro Económico Mundial, México ha avanzado lento en mejorar las condiciones de competencia en esta materia.

 

En ese año ocupaba el lugar 54 en diferencial de tasa de interés -activa contra pasiva-, mientras que en 2007 se posiciona en el sitio 46 de 131 economías.

 

Llama la atención la caída que han registrado las tasas de interés en nuestro país, efecto de una serie de factores que van desde la baja en la inflación, pasando por la estabilidad del tipo de cambio, hasta el aumento de la confianza en el futuro de la economía mexicana.

 

Sin embargo, sólo se ha logrado, en el mejor de los casos, la mitad de lo que, en materia de tasas de interés, se debe conseguir.

 

La brecha entre las tasas pasivas y las activas es enorme. Mientras las primeras ya se encuentran muy por debajo de 10 por ciento, las segundas oscilan entre 11 y 40 por ciento.

 

Dos ejemplos: la tasa promedio para créditos hipotecarios es de 14.30 por ciento -dependiendo del crédito, la tasa máxima está arriba de 15 por ciento y la mínima en 11 por ciento.

 

La que se cobra en tarjetas de crédito es de 38 por ciento promedio anual -Banamex cobra la mayor: 40.52 por ciento y Santander con Serfin light la menor: 31.74 por ciento-, según información de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

 

En contraste, y a manera de ejemplo, la tasa bruta promedio de interés en pagarés bancarios a 28 días -para personas físicas y con montos de inversión de cien mil pesos- es de alrededor de 7.50 por ciento.

 

Si bien es cierto que un banco no podría dedicarse a prestar dinero si no recibiera una tasa más cara por lo que presta, que la que paga por lo que recibe o capta de ahorro, comenta Édgar Camargo, economista senior de Bank of America.

 

El usuario paga más interés por un peso que se le presta, que el que recibe por un peso que deposita en un banco. "Ésa es la crítica."

 

El reto ya no consiste en una mayor reducción de las pasivas -de hecho, ya no existe mucho margen para que sigan bajando-, sino en reducir ese diferencial, que es una de las principales causas por las que la banca comercial no está cumpliendo, debidamente, su tarea principal: otorgar crédito en apoyo de las actividades productivas.

 

Es decir, servir de intermediario eficaz entre los oferentes de crédito -ahorradores- y los demandantes del mismo -inversionistas.