La reforma por llegar en Estados Unidos. Ecuador (Prensa Latina 04/02/13)

La reforma por llegar en Estados Unidos  (Ecuador. Prensa Latina 04/02/13)

Escrito por Deisy Francis Mexidor *    

 

04 de febrero de 2013, 01:02Por Deisy Francis Mexidor *

 

La Habana (PL) En una nación de inmigrantes, como la ha definido el presidente Barack Obama, Estados Unidos está urgido de promulgar una ley que beneficie a más de 11 millones de residentes indocumentados en ese país.

 

Solucionar el problema es como una piedra en el zapato para el gobernante demócrata.

 

Precisamente, uno de los temas en su agenda de campaña en el 2008 fue la promesa de esa ley que impulsaría, dijo, apenas se sentara en la oficina oval de la Casa Blanca.

 

Sin embargo, la realidad fue muy diferente. Torpedeado en casi todas sus propuestas por la oposición republicana, Obama no llegó a cumplir su compromiso y es ahora, después de su segunda investidura, cuando se propone retomar el tema lejos de las presiones de una nueva reelección.

 

Con una población de alrededor de 315 millones de habitantes, se estima que 40,4 millones son inmigrantes y de ellos 11,1 millones (más del 25 por ciento) tienen una situación migratoria irregular, según un análisis del censo realizado por el centro de estudios Pew.

 

La propia fuente destaca que el 13 por ciento de la población estadounidense es de inmigrantes. Desde 1965 son los latinoamericanos (México es el que más aporta) quienes lideran el índice de migraciones hacia ese territorio con un 50 por ciento del total de llegadas a ese norteño país.

 

Otro dato interesante es que, en 2010, un millón de inmigrantes indocumentados tenían menos de 18 años de edad y cerca de 4,5 millones de niños nacidos en Estados Unidos poseían padres indocumentados.

 

Pero es entre la población hispana donde se concentran en su mayoría altos índice de la pobreza, el hambre y la discriminación.

 

La organización Bread for the World (Pan para el Mundo) divulgó en septiembre su análisis anual sobre el hambre y la pobreza en la comunidad latina en Estados Unidos.

 

La tercera parte de los hogares latinos con niños luchan por poner comida en la mesa, según la investigación Hambre y Pobreza en la Comunidad Hispana, comparado con uno de cada cinco de los hogares estadounidenses con menores.

 

El 36 por ciento de todos los niños hispanos vive en pobreza, comparado con el 25 por ciento de los menores estadounidenses en total.

 

PROPUESTAS DE AMBOS BANDOS

 

El pasado 29 de enero, Obama saludó desde Las Vegas, en el occidental estado de Nevada, el propósito de alcanzar la necesaria reforma por encima de las diferencias políticas entre los partidos demócrata y republicano, luego de anunciarse el acuerdo entre senadores de ambos bandos un día antes.

 

Nevada, uno de los territorios donde se considera que ha crecido más la población hispana en los últimos años, sirvió de pivote para el relanzamiento de la campaña del mandatario por lograr la reforma migratoria.

 

"En este momento, parece que hay un genuino deseo de solucionar pronto el problema. Y eso es muy alentador", subrayó Obama en su discurso.

 

El pacto de ambos partidos en el Senado busca una manera de otorgar la ciudadanía a los indocumentados (en su mayoría hispanos), así como reforzar la seguridad fronteriza con México, entre otros aspectos.

 

Poco después, el 31 de enero, un asistente de la Cámara de Representantes informó que también en ese hemiciclo un panel bipartidista prepara una propuesta de ley para unirse a los esfuerzos del Senado.

 

Al parecer luego de las elecciones del 6 de noviembre, el partido contrario evaluó dar un nuevo giro en sus filas para atraer el voto latino de cara a los comicios de 2016.

 

Ante el Caucus Hispano del Congreso, Obama aseguró que modificar las leyes migratorias sería una prioridad en su agenda en este segundo cuatrienio en la Casa Blanca para sacar a flote un sistema al que calificó de quebrado.

 

Según datos oficiales, bajo la administración demócrata se han reportado cifras inéditas en deportaciones de inmigrantes sin papeles, pues solo en el año fiscal 2012 (que concluyó en septiembre) se registraron 409 mil 849 expulsiones.

 

Se calcula que más de mil inmigrantes son deportados diariamente en Estados Unidos, y la mitad de ellos viven en familias con niños.

 

Desde el arribo de Obama a la presidencia en enero de 2009, han sido repatriados más de millón y medio de ilegales, puntualizó la directora del Consejo de Política Doméstica, Cecilia Muñoz, durante un foro a través de Internet efectuado recientemente al achacarle las culpas de la situación al Congreso.

 

Un reporte del Instituto de Políticas Migratorias indicó que el gobierno gasta más dinero en el control de inmigración que en todos los recursos de las agencias de seguridad combinadas. Durante el año fiscal 2012, se invirtieron cerca de 18 mil millones de dólares en esta área.

 

Unido a ello se han promulgado centenares de iniciativas antiinmigrantes en todo el país, que en su mayoría facultan a la policía para cuestionar el estatus migratorio de cualquier detenido, sin importar el delito, así como imponer sanciones a empleadores que contraten a inmigrantes.

 

Algunas normas incluyen restricciones educativas al ordenar a las escuelas a consultar la situación migratoria de los jóvenes y en algunos casos denunciar a los padres si no cuentan con la residencia legal en el país.

 

Los estados en los cuales han prosperado estas medidas discriminatorias son Arizona (ley SB1070); Carolina del Sur, donde la gobernadora Nikki Haley promulgó la ley S20; Alabama, con la HB56; Georgia, la HB87; Utah, la HB497; Texas (el Senado local sancionó una iniciativa que faculta a la policía interrogar a detenidos sobre su estatus migratorio, sin importar la razón del arresto), e Indiana (ley SEA590).

 

EL DIFÍCIL CAMINO DE LA REFORMA

 

Organizaciones proinmigrantes independientes del país expresaron dudas sobre la voluntad del Congreso y la Casa Blanca de alcanzar una reforma migratoria integral que sea justa y humana.

 

Los integrantes de la Alianza por los Derechos de los Inmigrantes, el Frente Unido de Inmigrantes y el Movimiento 10 de Marzo, informaron en conferencia de prensa que enviarán su propuesta al presidente y al grupo bipartidista involucrado en el tema.

 

A juicio de Jesús Vargas, integrante de la alianza, no hubo un pronunciamiento profundo en el discurso presidencial, pues "sigue con el tema de seguridad en la frontera con México como prioridad y condición".

 

En 2010 Obama firmó una ley para militarizar aún más la frontera entre Estados Unidos y México, con el despliegue de aviones drones sin piloto Predator, como los utilizados en Afganistán y Pakistán, para llevar a cabo la vigilancia contra los emigrantes que cruzan la línea divisoria entre las dos naciones.

 

La administración y quienes la apoyan habían avalado que las medidas enérgicas en la frontera eran un paso previo necesario de una reforma total de la emigración.

 

Sin embargo eso no es lo que piden las agrupaciones defensoras de los inmigrantes; precisó Vargas que se espera una propuesta real de legalización, algo que "nos prometió que se daría en su primer periodo y ahora de nuevo lo promete pero no hay nada concreto, son de nuevo promesas y no sabemos si las va a cumplir".

 

Entre los puntos que consideran las organizaciones como esenciales para obtener una verdadera reforma están el debate migratorio a fin de centrarlo en el contexto de la movilidad laboral y las condiciones de los países expulsores y receptores de la mano de obra inmigrante.

 

También que el tema de la inmigración indocumentada sea considerado un fenómeno de flujo de fuerza laboral y no una ilegalidad, que el proceso de normalización de documentos sea justo, eficiente y ágil, con la protección de los derechos laborales, civiles y humanos, así como una vía a la ciudadanía estadounidense.

 

Además, plantean que se garantice a los trabajadores indocumentados acceso a los servicios de salud, a la organización laboral y sindical, así como la protección de los derechos plasmados en la Constitución de Estados Unidos, entre otros aspectos.

 

Los activistas anunciaron la participación en movilizaciones a nivel nacional para abogar por el mejor plan de reforma posible, comenzando con el próximo 10 de marzo en Chicago, fecha en la cual se conmemora el inicio de las megamarchas del 2006.

 

La disposición al logro de una reforma no significa que el camino esté allanado. De acuerdo con analistas, los debates sobre este asunto pueden ser complicados.

 

Miembros republicanos de la cámara baja criticaron la propuesta bipartidista de los senadores y la calificaron de amnistía.

 

Según el legislador republicano de Texas, Lamar Smith, el proyecto legislativo estimula a quienes violan las leyes, incrementa el desempleo e impone nuevos costos a los contribuyentes.

 

Dice Lamar que de regularizarse el estatus de los indocumentados, proseguirá la entrada no autorizada de personas de otras naciones al país.

 

Sin dudas, algunos interpretan las palabras del congresista como una advertencia de que la oposición a una reforma migratoria persiste en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos desde 2010.

 

Encuestas recientes indican que alrededor de 80 por ciento de los votantes estadounidenses apoyan una reforma migratoria que permita a los indocumentados lograr la ciudadanía.

 

Y como afirma el presidente del Comité Judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, "pocos temas están tan relacionados a lo que somos como nación"

 

Desde los estudiantes que fueron traídos por sus padres, hasta los hombres y mujeres "que sostienen nuestros campos y lideran en tecnología. Nuestro país se mantiene gracias a los inmigrantes".

 

*Periodista de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.

 

arb/jvj/dfm 

 
Última modificación ( 21.02.2013 )