Respalda el CEESP cancelación del proyecto Dragon Mart (El Financiero 29/04/13)

Respalda el CEESP cancelación del proyecto Dragon Mart (El Financiero 29/04/13)

Isabel Becerril

Lunes, 29 de abril de 2013

Se mandó un mensaje claro de que no se aceptarán políticas desleales de ningún país.

 

En México se ha enviado un mensaje claro al no aprobar el proyecto Dragon Mart en Cancún, de que no se aceptarán políticas desleales de ningún país que quiera entablar relaciones comerciales con nuestra nación.

 

La Secretaría Municipal de Ecología y Desarrollo Urbano del ayuntamiento de Benito Juárez negó la licencia de construcción de ese proyecto, luego de determinar que incumple con una serie de normativas, añade el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 

Además, la propuesta original del proyecto nunca se definió claramente y se fueron presentando varias versiones.

 

Más que la negativa al proyecto, resalta la mecánica de consulta pública encabezada por las autoridades de Benito Juárez, al concentrar la opinión de especialistas en diversos temas y que al final arrojaron los elementos suficientes para la resolución que se tomó, anota el CEESP, que dirige Luis Foncerrada.

 

Es relevante contar con un comercio justo, ajeno a prácticas desleales, y libre de un intervencionismo estatal, así como aplicar políticas que contribuyan a mejorar la productividad de las empresas, el desarrollo de nuevas tecnologías y el encadenamiento productivo, para así crecer a mayores tasas y de manera sostenida.

 

En su análisis semanal, el CEESP recordó que nuestro país ha firmado 12 tratados de libre comercio (TLC) con 44 países, 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones y nueve acuerdos mercantiles en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).

 

Diversos sectores, sobre todo el empresarial, se han pronunciado por la definición de una política industrial de carácter pragmático, que contribuya a un mayor crecimiento económico y generación de empleos, lo que daría certidumbre sobre los beneficios que se pueden tener del intercambio comercial con el exterior.

 

En caso contrario se estaría generando un entorno en el que se podría inhibir la posibilidad de los productores y empresas locales de intensificar el escalamiento industrial y las capacidades tecnológico-productivas como premisa fundamental del libre comercio, aseveró.