Conservadores pierden en inmigración (El Economista 28/05/13)

Conservadores pierden en inmigración (El Economista 28/05/13)

27 Mayo, 2013 - 21:27Credito:David Nakamura / The Washington Post

 La reforma migratoria se presentará el próximo mes en el pleno del Senado; se prevé que sea aprobada. Fotos: AFP

Durante las últimas tres semanas, el senador Jeff Sessions intentó todo lo posible para hacer explotar un proyecto de ley migratoria integral.

 

El republicano de Alabama ofreció 17 enmiendas, defendió los intereses de los sindicatos de los empleados de seguridad fronterizos y denunció el costo que la reforma significaba para los contribuyentes. En víspera de una votación del Comité Judicial del Senado, Sessions surgió con una carta en la que denunció la propuesta firmada por líderes de opinión, como Laura Ingraham y Michelle Malkin.

 

Para los acérrimos enemigos conservadores de la reforma migratoria, el resultado generó un momento de claridad acerca de los desafíos que enfrentan al repetir su hazaña del 2007 de hundir la legislación migratoria integral. A diferencia de hace seis años, las voces más fuertes de la disidencia fueron ahogadas por una actuación disciplinada de un grupo bipartidista de ocho senadores que se unieron para luchar contra las amenazas más graves para el proyecto.

 

“Anunciaron a los cuatro vientos, en el inicio del proceso, que se unirían y derrotarían cualquier modificación que pudiera alterar su acuerdo”, se lamentó Sessions acerca del grupo formado por cuatro demócratas y cuatro republicanos, conocido como la Banda de los Ocho. “El núcleo se ha mantenido, y el proyecto de ley llegará al pleno del Senado sin muchos cambios”.

 

La votación de la comisión se trató sólo la primera escaramuza en una larga batalla por delante para un proyecto de ley que representa la reforma más radical a la ley migratoria en casi tres décadas, cuyas perspectivas se fortalecieron en parte por las preocupaciones republicanas sobre la falta de apoyo latino. La legislación llega al pleno del Senado el próximo mes, donde su aprobación es probable pero no está garantizada. La Cámara, controlada por los republicanos, está negociando su propio plan, del cual se espera que sea más conservador.

 

Algunos de los más duros objetores de la inmigración, al mismo tiempo que confían en que prevalecerán, reconocen que los proponentes de la reforma están mejor preparados para el asalto desde la derecha, lo que ayudó a bloquear los esfuerzos hace seis años.

 

“Es un testimonio de una mayor preparación en la otra parte, en el último par de años. Alinearon a las personas en coaliciones con mayor eficacia. Esta vez estaban más preparados. Es por eso que, en general, lo han hecho mejor”, afirmó Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios Migratorios, que se ha opuesto al incremento de la inmigración.

 

Los partidarios de la reforma migratoria en el Senado consideran que salieron fortalecidos de las audiencias ante el panel judicial, al adoptar enmiendas clave para ayudar a mitigar las críticas. En el 2007, cuando un grupo bipartidista ofreció un proyecto de ley, los líderes del Senado evitaron el proceso del comité y llevaron la legislación directamente al pleno, donde los opositores rápidamente fracturaron la coalición con enmiendas “venenosas”.

 

Esta vez, de cara a las audiencias del comité, los críticos republicanos intentaron emplear una presión constante sobre el grupo bipartidista que redactó la legislación tras meses de negociaciones privadas. Los miembros del Partido Republicano generaron dos terceras partes de las 301 enmiendas presentadas a la comisión, que estaban centradas en gran medida en la seguridad fronteriza.

 

El objetivo, en muchos casos, no era necesariamente alterar la legislación, sino más bien obligar a cuatro miembros de la Banda de los Ocho -los demócratas Charles Schumer y Richard Durbin, y a los republicanos Lindsey Graham y Jeff Flake- a emitir votos difíciles en cuestiones en las que los demócratas y los republicanos se oponen ideológicamente.

 

Sin embargo, los ocho miembros del grupo se reunieron en privado antes de cada audiencia de la comisión para explicitar qué enmiendas apoyarían y se opondrían como una coalición unida. Asesores del Senado aseguraron que se rechazaron enmiendas si cualquiera de los lados sentía que romperían el acuerdo.

 

Los miembros republicanos del grupo se opusieron a varias enmiendas de control fronterizo expuestas por el senador republicano, Ted Cruz, y los demócratas convencieron al presidente del comité, el demócrata, Patrick Leahy, de retirar una propuesta que habría otorgado protección a las parejas del mismo sexo bajo las leyes migratorias.

 

Siempre que fue posible, el grupo estuvo de acuerdo en aceptar las enmiendas de los republicanos para demostrar que hablaban en serio acerca de cómo trabajar en colaboración y para eliminar las acusaciones de que el proyecto de ley era demasiado liberal.