Proyecto migratorio es ridículo.-Boehner (Reforma 19/06/13)

Miembros del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa interrumpieron a los legisladores para exigir una iniciativa amplia y justa.

Foto: AP

Ángel Villarino/Corresponsal

Washington  (18 junio 2013).- La reforma migratoria que debate el Senado es ridícula y no será aceptada por la Cámara de Representantes si el texto no recibe el apoyo de la mayoría republicana, advirtió su presidente, John Boehner.

"No veo ninguna manera de traer al recinto una ley sobre inmigración que no tenga un apoyo mayoritario de los republicanos", aseguró.

La revelación de Boehner supone otra puñalada para un proyecto que esperan con ansia los millones de inmigrantes que viven de manera ilegal en Estados Unidos, algunos desde hace décadas.

En las últimas semanas, la Cámara baja ha mostrado su animadversión contra la reforma tal y como se ha planteado en el Senado, donde parece ir avanzando aunque sea a un ritmo lento.

Por si no hubiera quedado suficientemente claro, Boehner decidió tildar de ridículos los esfuerzos de los senadores y remarcó que sin el apoyo de los congresistas republicanos la ley nace muerta.

Como presidente de la Cámara baja tiene plenos poderes para cumplir con su amenaza, ya que es él quien determina qué legislación se somete a votación y cuál es desechada.

"Cualquier reforma migratoria que vaya a convertirse en ley tiene que tener (el apoyo de) la mayoría de ambos partidos si somos verdaderamente serios", insistió.

Una vez más, la principal queja de los republicanos es la seguridad fronteriza, que los conservadores insisten en poner como prioridad y requisito antes de ofrecer un camino hacia la amnistía para los 11 millones de indocumentados.

"Francamente, creo que la ley del Senado es débil en seguridad fronteriza", declaró Boehner.

La Cámara de Representantes parece estar preparando además su propio proyecto alternativo, que no tiene previsto votar en conjunto sino en varias partes.

Esta noche se aprobó la primera parte, una propuesta de ley llamada "Safe" (Seguridad) y presentada por el republicano de Carolina del Sur, Trey Gowdy.

La propuesta, que fue aprobada por la Comisión de Justicia por 25 votos a favor y 15 en contra, aplicaría duras penas a cualquier persona que se encuentre en Estados Unidos sin permiso de residencia, pues consideraría como un crimen federal, no una infracción civil, estar en el país sin autorización. Además daría a las autoridades estatales y municipales el poder de aplicar las leyes de inmigración federales.

Los demócratas calificaron la iniciativa de peligrosa y decepcionante. Manifestantes exclamaron "¡Vergüenza, vergüenza!''.

Según el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, la ley criminalizaría a comunidades enteras y además traicionaría los compromisos bipartidistas alcanzados para llevar adelante la reforma migratoria.

Horas antes de que Boehner dijera que la reforma que estudia el Senado es una ridiculez, la Oficina Presupuestaria del Congreso presentó un informe que asegura que el plan migratorio aliviaría el déficit federal en 1 billón de dólares en las próximas dos décadas y sumaría 10 millones de ciudadanos a la población oficial de Estados Unidos.

El documento fue recibido con entusiasmo por los demócratas, ya que uno de los argumentos más utilizados por los conservadores para atacar la reforma es precisamente su elevado coste económico.

"Esto refuerza la idea de que la reforma migratoria no supondría otra cosa que un boom para nuestra economía", dijo Charles Schumer, senador demócrata de Nueva York.

Rechazan enmienda sobre muro

El Senado de Estados Unidos descartó una enmienda que condicionaba la construcción de una parte del muro fronterizo con México a la legalización de indocumentados.

La propuesta del republicano John Thune fue rechazada por 54 votos contra 39.

El texto pedía erigir 563 kilómetros de barda antes de otorgar el estatus legal provisional, y otros 63 kilómetros antes de conceder la residencia permanente.

Asimismo, el Senado, de mayoría demócrata, desechó por 58 votos contra 36 una enmienda del legislador republicano David Vitter.

Ésta exigía instrumentar un sistema de identificación biométrico en los 300 puertos de entrada el país, antes de dar estatus legal temporal a los sin papeles.

Por otro lado, la Cámara alta aprobó la enmienda de la senadora demócrata Mary Landrieu para facilitar el proceso de ciudadanía a los niños adoptados en el extranjero.

Con información de Notimex