Encaran desafíos sistemas de jubilación (El Financiero 21/05/08)

(Jeanette Leyva Reus / enviada)

Miércoles, 21 de mayo de 2008

NUEVA YORK, EU, 20 de mayo.- A diferencia de Europa o Japón, América Latina tiene todavía una ventana de oportunidad para prepararse y enfrentar el envejecimiento de su población, a efecto de disminuir las presiones económicas y sociales.

En opinión de Richard Jackson, miembro superior del Center for Strategic and International Studies (CSIS), los países en desarrollo necesitan reemplazar las redes informales de asistencia familiar por sistemas formales de jubilación; de lo contrario, el envejecimiento de la población puede tornarse en una catástrofe humanitaria.

"Estos países necesitan mejorar sus rangos de vida antes de que la ola de envejecimiento los alcance; de no hacerlo podrían envejecer antes de convertirse en países prósperos o, lo que es peor, nunca alcanzar la prosperidad", sentenció durante su presentación en un simposio para medios de América Latina organizado por MetLife en esta ciudad.

Jackson indicó que los sistemas de capitalización individual, a escala macro, logran reducir la carga que soportarán trabajadores y contribuyentes en el futuro, y contribuyen a asegurar rangos de ahorro e inversión adecuados en sociedades que envejecen.

A escala micro, estos sistemas ofrecen mayores rangos de retorno.

Adicionalmente, explicó, "estos sistemas pueden ampliar y profundizar los mercados de capitales, promover en la clase media los valores de mercado y garantizar el patrimonio de las generaciones venideras y democratizar la tenencia de la riqueza".

Pese a los avances que se han tenido en los sistemas de jubilación, apuntó, todavía persisten importantes desafíos, como son los bajos rangos de cobertura que hacen que un gran número de adultos mayores esté en riesgo de enfrentar una vejez desamparada.

Aun así, en el caso de América Latina existe todavía la oportunidad de que la actual tendencia demográfica de nacimientos continúe por las próximas dos décadas, creando condiciones favorables para el crecimiento económico.

Pero el desafío es que los países latinoamericanos logren aprovechar este bono demográfico.