La eliminación de aranceles sólo garantizará el abasto: analistas (El Financiero 27/05/08)

La eliminación de aranceles sólo garantizará el abasto: analistas (El Financiero 27/05/08)

Marcela Ojeda Castilla

Martes, 27 de mayo de 2008

La medida es incapaz de contener las alzas.

Al retirar subsidios, la inflación se disparará a 6.5%, advierten.

A falta de excedentes el apoyo se tomará del mismo erario.

 

Más que evitar que los alimentos sigan encareciéndose, lo que el gobierno está haciendo con la eliminación de aranceles es garantizar el abasto, pero una vez que los subsidios se retiren, la inflación se verá afectada consistentemente, con un incremento de hasta 6.5 por ciento, dijeron a EL FINANCIERO diversos analistas.

 

Añadieron que con el subsidio a las gasolinas por alrededor de 200 mil millones de pesos al año -proveniente de los excedentes petroleros-, el mercado está distorsionándose, y enfatizaron que ha sido precisamente este subsidio lo que en realidad ha frenado la inflación en México.

 

Gustavo Hernández, de Ixe Grupo Financiero, anotó que debido a que el gobierno no anunció ninguna recaudación extra, parte de los recursos con los que se sostendrán las acciones en apoyo de la economía familiar tendrá que salir del mismo erario, vía recortes presupuestales a diferentes dependencias.

 

A su vez, el profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Raúl Feliz, consideró que ante la crisis alimentaria mundial, políticamente el Ejecutivo tenía que reaccionar.

 

"Ésta es su reacción y muchas de las acciones ya las estaba haciendo. Yo no veo realmente algo novedoso que lleve a pensar en un cambio significativo en la situación de los precios de los alimentos."

 

Dijo que los precios internos no están altos por los aranceles, sino porque suben a escala internacional, y subrayó que si bien esta medida hará más eficiente al comercio, de ninguna manera tiene la capacidad de bajar los precios.

 

En cuanto al subsidio a las gasolinas, subrayó que eso es lo que está deteniendo la inflación, ya que de no aplicarse, "tendríamos inflaciones del orden de 6.5 o 7.0 por ciento".

 

Por su parte, Gustavo Hernández indicó que este tipo de medidas producen un costo económico importante en el beneficio, porque los recursos que se destinan al subsidio de los energéticos podrían reencaminarse a otras necesidades que tiene el país, como de infraestructura.

 

"Sin embargo, tampoco se puede dejar de lado la importancia de impedir que los precios de los alimentos o de los combustibles se inflen demasiado en detrimento de los mexicanos."

 

Agregó que el beneficio más grande con el subsidio a las gasolinas lo tienen las personas con mayores recursos, que poseen dos o tres automóviles, a quienes el apoyo está llegándoles de manera proporcionalmente más grande.

 

Dijo que aunque una buena estrategia sería focalizar el subsidio, ponerla en marcha sería demasiado complejo al tratar de diferenciar entre un consumidor y otro, y añadió que definitivamente este tipo de acciones se traduce en controles de precios.

 

"En el corto plazo, con una economía abierta, pueden ser eficientes, y la gente realmente puede percibir que la tortilla, la leche o el frijol, si bien van a aumentar de precio a lo mejor no subirán tanto, y va a haber abasto, porque lo que se está garantizando, más que el precio, es sobre todo el abasto."

 

Asimismo, el presidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Jonathan Heath, señaló que con el subsidio a las gasolinas está impidiéndose que el mercado funcione bien.

 

"Lo que debería hacerse es aumentar un poco más el precio de la gasolina para mandar el mensaje a los consumidores que deberían de utilizar menos gasolina, y que el dinero que entre adicionalmente, utilizarlo para apoyar aún más el Programa Oportunidades u otro tipo de medidas con beneficios muy tangibles."

 

Heath subrayó que si bien algunas de las acciones anunciadas pueden ser criticables, "en general el programa debería ser bien recibido ya que ayuda a contener la presión en los precios de los alimentos, especialmente para las familias más necesitadas".