En riesgo, la seguridad alimentaria (El Financiero 27/09/13)

Ivette Saldaña

Viernes, 27 de septiembre de 2013

•Volatilidad de precios y déficit de producción, principales amenzas.

La volatilidad de los precios de productos agrícolas y pecuarios, el déficit de producción y las interrupciones comerciales son una amenaza para la seguridad agroalimentaria mundial; además de que en la década de 2013 al 2022 se espera una caída en el ritmo de crecimiento anual de la producción de 2.1 a 1.5 por ciento, de acuerdo con el Panorama de la OCDE y FAO, Perspectivas Agrícolas.

En los próximos diez años se espera un crecimiento del consumo de alimentos con volatilidad en los precios. Si bien, terminó la inflación en el corto plazo, en el largo tiempo los productos básicos volverán a aumentar sobre todo los cultivos pecuarios, como carne, pescado, además de los biocombustibles que estarán por encima de la media del 2003-2012, se aseguró en el estudio.

Durante 2012 las mayores tasas inflacionarias en los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se registraron en México, Chile y Turquía.

Mientras en los países desarrollados la inflación en agroalimentos sólo significó medio punto porcentual de la inflación, en tanto que en países como Chile, México, Turquía, Estonia y República Checa fue de más de un punto porcentual, ya que el gasto en alimentos en promedio en estos últimos países es de alrededor de 20 por ciento.

Los especialistas de la OCDE y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) aseguraron que preocupa la disponibilidad que habrá de alimentos en la próxima década, porque al reducir el ritmo de crecimiento en la producción agrícola se esperarían problemas de oferta.

Uno de los problemas que provocan la baja productividad es que la tierra disponible para la producción agrícola es cada vez más limitada, el crecimiento promedio de rendimiento anual de los cultivos disminuye, hay cambios en el clima que afectan las cosechas y los altos precios de los energéticos se traducen en caros fertilizantes y, en consecuencia, elevados costos de producción.

Si bien seguirá el crecimiento de la producción en 1.5 por ciento, se estrechará la oferta y ello impactará a las familias, que en promedio en el mundo destinan entre 20 y 50 por ciento o más del presupuesto familiar para adquirir dichos productos.

Uno de los actores más importantes en el sector agroalimentario será China, que importará más alimentos en el futuro, aunque en general seguirá con autosuficiencia en los principales cultivos.

En las Perspectivas Agrícolas de la FAO y la OCDE, que se dieron a conocer ayer, se explicó que Tailandia y Vietnam serán los principales exportadores de arroz y Estados Unidos se mantendrá como principal exportador de trigo y cereales secundarios.

De aquí al 2022 se espera que la producción de azúcar suba 2 por ciento anual y serán Brasil y la India los productores más importantes.