Ofrece País mercado abierto (Reforma 23/11/15)

Ofrece País mercado abierto (Reforma 23/11/15)

 

 

Por Ulises Díaz

 

Cd. de México México (23 noviembre 2015).-   De tener una de las tasas efectivas arancelarias para bienes manufacturados más altas hace 15 años, ahora México es una de las economías en donde menos impuestos a la importación se pagan, de acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

En el año 2000, la tasa promedio para este tipo de productos, que mide el porcentaje real de impuestos que se cobra a importaciones, era de 14.63 por ciento.

 

Si se le compara con Chile (9 por ciento), Brasil (14.93), Corea del Sur (4.94) y Estados Unidos (2.06), que son las economías que se incluyen en esta muestra, era el segundo más alto, sólo por debajo de la tasa brasileña.

 

Los procesos de desgravación arancelaria unilaterales y la apertura comercial mediante tratados llevaron a que en 2013, último año para cual hay datos comparables, llegara 4.15 por ciento.

 

Actualmente, sólo Estados Unidos tiene un registro más bajo, de 1.75 por ciento. Chile tiene un promedio de 5.82, Corea del Sur de 5.39 y Colombia de 4.86 por ciento.

En contraste, Brasil mantuvo sus niveles arancelarios, dado que el nivel actual es de 13.29 por ciento.

 

"Los ganadores, sin lugar a duda, son las empresas extranjeras y los países extranjeros que quieren vender sus productos aquí en el País, no cabe duda que el tener un mercado abierto les da a ellos una ventaja para competir ampliamente.

 

"Al mismo tiempo le da a los consumidores mexicanos poder comparar precios y calidades en productos que con aranceles altos son imposibles de adquirir", explicó Manuel Díaz, presidente de Grupo Ei, empresa de comercio exterior.

 

Para la industria asentada en el País significa que insumos que no se fabrican localmente pueden ser importados sin tener que pagar cargas extras, lo cual ha sido benéfico para industrias como la automotriz y de los electrónicos.

 

Sin embargo, el lado negativo es que una apertura indiscriminada lleva a pérdida de la industria nacional, y una competencia creciente que lleva a una guerra de precios ha orillado a que industrias como textiles, calzado, vestido y manufacturas de herramientas han reducido espacios dentro del mercado nacional.

 

"Los perdedores son la industria nacional, los productos diseñados, manufacturados y producidos para el mercado mexicano, que están ya desapareciendo al no tener los recursos de financiamiento, capacidad tecnológica o energía a precios bajos para ser competitivos", explicó Díaz.