El desempleo en México se estancará hasta 2017, pronostica informe de la OIT (El Financiero 20/01/16)

ZENYAZEN FLORES

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Miércoles, 20 de enero de 2016

Este año y el próximo habrá 2.4 millones de desocupados.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que el mundo muestra nuevos signos de debilidad y un crecimiento económico "decepcionante" que provocará que más personas estén sin trabajo en 2016 y 2017, mientras que en México se prevé un estancamiento laboral con 2.4 millones de desempleados en esos años.

En el informe "Perspectivas sociales y del empleo en el mundo - Tendencias 2016", la organización proyecta que el número de desempleados se mantendrá en esta cifra (2.4 millones) este año y el próximo en México.

Asimismo, estima que la tasa de desempleo para 2016 se situará en 4.1 por ciento y para 2017 se ubicaría en 4 por ciento, es decir que aunque el siguiente año la tasa sería de apenas una décima menos, resulta insuficiente para que impacte en un menor número de desempleados.

La tasa de desocupación que la OIT proyecta para México en los siguientes dos años es la cuarta más baja de un listado de 19 países seleccionados por la organización, los cuales son los más representativos de los cinco continentes.

La tasa de desocupación en nuestro país se encuentra por arriba de las que registran Japón, Corea del Sur e India, que estarán en un rango de 3.1 a 3.5 por ciento.

En tanto, Italia, Turquía, Francia y Sudáfrica tendrán tasas de desempleo por arriba de 10 por ciento.

Especialistas consideraron que, si bien la tasa de desempleo de México es relativamente baja respecto a otros países, el estancamiento en el número de desocupados para 2016 y 2017 debe ser motivo de preocupación porque indica que no se crearán los empleos suficientes para la población, por lo que la salida que se encontrará ante ese entorno será la informalidad.

Clemente Ruíz, catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM, apuntó que el "lento" crecimiento del país ocasionará que el desempleo se mantenga en los niveles actuales y que los más perjudicados serán los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, ya que ante la falta de nuevas plazas su única opción será el sector informal.

Por tanto, lo que se esperaría como consecuencia del estancamiento del desempleo es un probable repunte en la tasa de informalidad en los siguientes años, apuntó Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe.

"El hecho que la tasa se mantenga en 4 por ciento, desde el gobierno federal se pensaría que se están generando empleos, pero no es así, más bien es que se está creando ocupación en la economía informal que está siendo el salvavidas a la expulsión de trabajadores, con la consecuente precariedad de los ingresos", afirmó.

Panorama global

El informe de la OIT indica que el dato final del desempleo para 2015 se calcula en 197.1 millones de personas en el mundo y en 2016 se prevé que aumente en alrededor de 2.3 millones de personas, a 199.4 millones. Incluso, es probable que otros 1.1 millones de desempleados se agreguen a la cifra en 2017, para sumar 200.5 millones.

En suma, en los próximos dos años el desempleo crecerá en 3.4 millones de personas.

"La significativa desaceleración de las economías emergentes junto a una drástica disminución de los precios de las materias primas tiene un efecto negativo sobre el mundo del trabajo", declaró Guy Ryder, director general de la organización.

Los autores del informe documentaron además que la calidad del empleo sigue siendo un gran desafío, toda vez que el empleo vulnerable aún representa más de 46 por ciento del total del empleo a nivel mundial, afectando a alrededor de mil 500 millones de personas.

Por su parte, el empleo informal como porcentaje del empleo no agrícola es superior a 50 por ciento en la mitad de los países en desarrollo y emergentes que disponen de datos comparables.

Además, en una tercera parte de estos países, esta situación afecta a más de 65 por ciento de los trabajadores.

"Muchos trabajadores tienen que aceptar empleos mal remunerados, tanto en las economías emergentes como en las en desarrollo y, cada vez más, en los países desarrollados. A pesar de la disminución del número de desempleados en algunos países de la Unión Europea y en Estados Unidos, demasiadas personas aún no tienen trabajo. Es necesario emprender una acción urgente para estimular las oportunidades de trabajo decente, o corremos el riesgo de que se intensifiquen las tensiones sociales", agregó Ryder.