Sigue devaluándose el peso mexicano

Sigue devaluándose el peso mexicano

BENITO SOLÍS MENDOZA

Martes, 9 de febrero de 2016

El día de ayer el dólar siguió incrementando su precio, en términos del peso mexicano, para venderse en las ventanillas bancarias por arriba de los $19 por una divisa norteamericana. Esto a pesar de los comentarios de diversos analistas y funcionarios públicos de que el mismo se estabilizaría en un periodo muy breve. Aunque la explicación más utilizada en las últimas sesiones, de que la volatilidad de los mercados financieros se debía a la situación en la economía china, en este caso no puede aplicarse ya que los mercados financieros en aquel país asiático están cerrados por el Año Nuevo Chino.

 

El impacto del mayor precio del dólar en la inflación interna todavía ha sido muy limitado y se ha reflejado más como cambios en los precios relativos, esto es, mientras algunos productos si han subido de precio, otros han disminuido por lo que en promedio el incremento en el índice de Precios al Consumidor sigue siendo muy limitado. Los productos y servicios que más han bajado de precio han sido diversas materias primas, el petróleo y el gas, las telecomunicaciones, el acero y diversas manufacturas como resultado de la devaluación de las monedas donde se producen, como son las fabricadas en China y en varios países de Europa. Además destaca la reducción en diversos servicios que proporciona o regula el gobierno como son la gasolina, la electricidad y las telecomunicaciones que impactan a todos los sectores productivos.

 

Sin embargo el incremento en el precio del dólar de 25% en el pasado año y de 43% en los últimos 18 meses ya preocupa a varios sectores y hace temer que podría impactar al resto de los precios en la economía nacional, así como a las tasas de interés de mediano y largo plazo, como de hecho ya empieza a suceder.

 

Hay que recordar que el precio del dólar es resultado de la oferta y demanda que existe por esta mercancía: 1) Por el lado de la oferta destaca que la política monetaria de los Estados Unidos era expansiva en los últimos años, pero en los pasados meses se ha revertido. Mientras que con anterioridad emitía grandes cantidades de dólares, mismos que fluían hacia el resto del mundo, hoy sucede lo contrario lo cual impacta a la mayoría de las divisas de mundo en diversa magnitud. Por ejemplo, se calcula que solo en el pasado año salieron de los países emergentes cerca de 600 mil millones de dólares, lo que se reflejó en las cotizaciones de sus monedas. 2) Para compensar lo anterior y mantener relativamente estable sus divisas los diferentes países deben de reducir su política expansiva y actuar de manera concordante con la norteamericana, esto es también cambiar su política expansiva.

 

Lo anterior significa que para evitar que sus monedas se devalúen por la reducción en la cantidad de dólares que emite el gobierno norteamericano, los distintos gobiernos deben de reducir el crecimiento de su liquidez o incluso reducirlo en varios casos. Esto puede lograrse por distintos mecanismos, como puede ser un menor gasto público, consumo privado o inversión total, así como por mayores tasas de interés que también reducen la demanda por dólares. Cada caso es diferente y los distintos gobiernos deben de buscar la combinación de ajustes que tengan un menor impacto en el crecimiento y el empleo.

 

Destaca que la política fiscal en México ha seguido siendo expansiva y deficitaria como lo muestran los datos dados a conocer la semana pasada. El déficit fiscal del sector público llegó a 637.6 miles de millones de pesos en 2015, cifra superior a la del año anterior y el gasto público creció 5.2% por arriba de la inflación, a pesar del anuncio del recorte en el mismo y de la reducción de los ingresos petroleros del 33% en el año. Hay que destacar que el servicio financiero de la deuda tuvo un incremento del 14.8% en el año y se espera que sea mayor en el presente año. Como el cambio en la política monetaria de los Estados Unidos es permanente, el ajuste en nuestro país también deberá serlo.

 

La reducción en el gasto público superfluo y en la corrupción, una mejor evaluación de proyectos e incremento en la producción de bienes que se importan del exterior, aumento en las exportaciones de bienes y servicios así como una mayor inversión extranjera son solo algunos de los factores que ayudarían a la estabilización del tipo de cambio.