Débil, el sector primario mexicano; déficit comercial agropecuario por 356 mdd en el primer cuatrime

Débil, el sector primario mexicano; déficit comercial agropecuario por 356 mdd en el primer cuatrimestre (El Financiero 02/07/08)

Rocío Martínez

Miércoles, 2 de julio de 2008

Las exportaciones agrícolas avanzaron 14.2% anual, mientras que las importaciones lo hicieron en 51%.

 

La crisis alimentaria internacional puso al descubierto la vulnerabilidad del sector primario de México, pues se rompió su posición de exportador y ahora es preciso importar bienes agrícolas.

 

Esto se observa en el déficit que acumuló la balanza comercial agrícola de enero a abril de 2008, cuando se ubicó en 356 millones 964 mil dólares, según información publicada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

 

El desequilibrio agrícola con el exterior aumentó en el último año, pues se adquirieron estos bienes foráneos con un sobreprecio, para estabilizar el mercado de las más importantes cadenas agroindustriales ante las condiciones adversas de la oferta nacional y las prácticas especulativas generadas.

 

Cabe mencionar que durante el primer cuatrimestre de 2007, la balanza del sector agrícola arrojó un superávit de 408 millones 832 mil dólares.

 

No obstante, en el primer cuarto del presente año las exportaciones agrícolas aumentaron 14.2 por ciento anual, y se ubicaron en 3 mil 26 millones de dólares, mientras que las importaciones del campo se colocaron en 3 mil 383 millones de dólares, es decir, crecieron 51 por ciento anual.

 

Crecen las importaciones de cereales y oleaginosas

 

La crisis mundial se ha manifestado por medio de la escasez en las existencias de los principales granos de cereales y oleaginosas. Antes de que estallara la inestabilidad alimentaria actual, México ya se colocaba como un importador neto de cereales, lo que se ha agudizado en los últimos dos años.

 

Así, de enero a abril del presente año se observa un crecimiento significativo en el valor de las importaciones de los principales granos y semillas. Las compras de trigo y morcajo realizadas en el extranjero aumentaron 136.2 por ciento anual, y sumaron 516 millones de dólares.

 

Las importaciones de arroz crecieron 81.2 por ciento anual y pasaron de 75 millones de dólares hasta abril de 2007, a 136 millones durante igual periodo de 2008.

 

En el maíz el aumento resultó menor, puesto que subió 60.7 por ciento anual, y cerró en 846 millones de dólares, en tanto que el frijol común se ubicó en 27 millones de dólares, porque avanzó 30 por ciento anual.

 

El incremento de las importaciones primarias es reflejo de la reducida capacidad del sistema agrícola mexicano para ajustar el nivel de producción a la demanda actual, debido al rezago que arrastra desde hace más de 25 años cuando se recrudeció el abandono a este sector.

 

Producción y consumo de granos

 

Aun cuando la producción de granos aumentó en términos absolutos, el ritmo de crecimiento ha resultado insuficiente respecto de la expansión de la demanda.

 

Los más recientes problemas de abastecimiento que enfrentó la cadena agroindustrial del maíz muestran la reducida capacidad para satisfacer el consumo nacional. Durante el último año, la producción per cápita de maíz aumentó 8.18 por ciento anual, al ubicarse en 225 kilogramos por habitante.

 

Mientras tanto, el consumo de maíz por habitante se incrementó 6.24 por ciento anual al cierre de 2007, arrojando un volumen de 296.2 kilogramos por persona, lo cual muestra una diferencia de 71.2 kilos.

 

En lo que respecta al consumo per cápita de trigo, los mexicanos han incrementado su demanda 13.29 por ciento durante el último año, al adquirir 66.5 kilogramos anuales, según información de la Sagarpa y del Primer Informe de Gobierno.

 

Sin embargo, la producción de trigo por habitante arrojó una expansión de 7.37 por ciento anual hasta 2007, ya que se generaron 33.20 kilogramos por persona. Lo anterior muestra un déficit de 33.3 kilos per cápita.

 

Los hábitos de consumo de la población reflejan un cambio importante en la demanda de semillas, puesto que existe una paulatina disminución en el consumo personal de frijol, que hasta 2007 cayó 1.42 por ciento anual, y se produjeron 13.9 kilogramos por persona.