Baja expectativa por energía limpia (Reforma 16/05/17)

Baja expectativa por energía limpia (Reforma 16/05/17)

 

IPS

 

En el siglo 21, existen más de 3 mil millones de personas que cocinan y se calientan con fogones, de las cuales mil millones no tienen electricidad, a pesar de la iniciativa mundial lanzada por el Foro de Energía de Viena en 2011 para universalizar el servicio.

 

"No nos encaminamos a cumplir nuestro objetivo de acceso universal para 2030, que también es el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre energía", alertó Rachel Kyte, directora general de Energía Sostenible para Todos, además de representante especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

"Tenemos que ir más lejos y más rápido juntos", propuso Kyte a los mil 500 Delegados y Ministros presentes en el Foro de Energía de Viena de este año, realizado en la segunda semana de mayo y de cuya coordinación se encarga la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi).

 

"(Debemos) garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos", recordó Kyte.

 

Además, la comunidad internacional se propuso prevenir las consecuencias catastróficas del cambio climático, para lo cual se comprometió a reducir a cero para 2050 las emisiones de dióxido de carbono en el marco del Acuerdo de París, suscrito en la capital francesa en 2015.

 

Al ritmo actual, una de cada 10 personas seguirán sin electricidad en 2030, según el informe Global Tracking Framework 2017 (Marco de Seguimiento Mundial), de las cuales la mayoría residirán en África.

 

En Chad, Nigeria, Sudán de Sur y República Democrática del Congo solo una de cada 10 personas tienen electricidad actualmente, precisó Elisa Portale, economista del Banco Mundial.

 

Las energías renovables, como la solar y la eólica, concentran una gran atención general, pero el mundo no avanza hacia la meta de descarbonizar 36 por ciento del sistema energético mundial, y solo llegará a 21 por ciento en 2030.

 

Actualmente, se encuentra en 18 por ciento. Pocos países han logrado aumentar la participación de estas fuentes limpias en uno por ciento al año, y otros, como Brasil y Canadá, de hecho, retroceden.

 

Además, las mejoras en la eficiencia energética también están muy rezagadas. Las inversiones en esta área deben multiplicarse por tres o por seis, respecto de los actuales 250 mil millones de dólares al año para llegar al objetivo en 2030, concluye el informe del Banco Mundial.

 

El mayor problema detectado por el estudio es que el número actual de personas que todavía utilizan combustibles sólidos tradicionales para cocinar aumentó ligeramente desde 2011 a 3 mil 040 millones. Ellos son responsables de una gran parte de la contaminación del aire interior, la que reduce la vida de decenas de millones de personas y causa la muerte a cuatro millones, principalmente niños y niñas, todos los años, según la Organización Mundial de la Salud.

 

Eso parece ser una prioridad y, para 2030, solo 72 por ciento del mundo utilizará combustibles limpios para cocinar. En otras palabras, 2 mil 500 millones de personas, la mayoría de Asia Pacífico y África, seguirán quemando madera, carbón o estiércol para cocer sus alimentos.