Avanza con rapidez la economía informal; aumentó 4.32% el número de personas que se incorporó a este

Avanza con rapidez la economía informal; aumentó 4.32% el número de personas que se incorporó a este sector (El Financiero 12/08/08)

Elvia Gutiérrez

Martes, 12 de agosto de 2008

En contraste, la población que encontró empleo en el ámbito formal subió 2.6%, con sólo 372 mil 855 personas.

 

Durante el primer semestre del año, la economía mexicana mostró fragilidad para generar empleos, favoreciendo con ello un avance de la informalidad de manera más contundente que la tendencia de los empleos formales.

 

En estos términos, la población que se incorporó a un empleo formal creció 2.66 por ciento anual, para acumular un total de 372 mil 855 personas.

 

Al haber un mercado formal hermético, fue mayor el universo de población que desarrolló actividades al margen de la normatividad laboral y fiscal, cuyo incremento fue de 4.32 por ciento anual, para abarcar un flujo de 512 mil 773 personas durante el primer semestre del año.

 

En la primera parte del año pasado hubo un retroceso de 0.7 por ciento anual en la economía informal, con un descenso de 87 mil 209 personas que optan por recurrir a los mercados paralelos de trabajo.

 

Dentro de las actividades informales participa ya el 27 por ciento de la población ocupada, lo que representa la ocupación de 12 millones 375 mil 445 millones de personas dentro de actividades ilegales.

 

Conviene destacar que dentro de la escala de la informalidad también se advierten señales críticas: en la categoría de trabajadores por cuenta propia, se dio apenas un avance de 0.3 por ciento anual. Este dato revela que aquellas personas que emprenden una estrategia de autoempleo, tampoco han corrido con mejor suerte que los desempleados.

 

Los motivos para que las personas se iniciaran en alguna actividad informal son: 35.9 por ciento lo hacen para complementar el ingreso familiar, el 33.1 por ciento revela que ganan más que como asalariados y, por ende, el 31 por ciento restante lo hace como resultado de una búsqueda infructuosa de un empleo remunerado en la economía formal.

 

Válvula de escape

 

La economía informal ha vuelto a constituirse como una válvula de escape ante la menor creación de fuentes de trabajo en el sector formal, el cual creció 2.66 por ciento anual en los primeros seis meses del año, lo que revela una débil capacidad productiva para crear empleos, después de que en igual lapso del año pasado el incremento fue de 4.2 por ciento.

 

Por primera vez en los últimos cinco años, el sector informal ocupará a 12 millones 375 mil personas, mostrando así una tasa de ocupación de 27.44 por ciento respecto a la población ocupada (45 millones 100 mil).

 

Esto indica que por cada medio punto porcentual que deja de crecer el Producto Interno Bruto (PIB) se cancela la posibilidad de abrir 136 mil plazas dentro de las actividades productivas formales.

 

Hasta el primer semestre del año pasado, la ocupación en el sector informal nacional ascendió a 11 millones 862 mil 672 personas.

 

El Informe sobre la Inflación abril-junio de 2008 y el Programa Monetario para 2008 del Banco de México señala que al cierre de junio pasado, el número de trabajadores afiliados al IMSS (permanentes y eventuales urbanos) se situó en 14 millones 389 mil 961 personas, lo que implicó un incremento anual de 372 mil 855 personas y de 2.66 por ciento.

 

Este indicador continuó moderando su ritmo de crecimiento, considerando que al cierre de 2007 y del primer trimestre de 2008 las cifras correspondientes habían sido de 525 mil 386 y de 405 mil 82 trabajadores, respectivamente.

 

En la escala internacional México se considera una nación con mayores complicaciones para ser competitivo. Baste comparar el tamaño de la economía informal en las naciones pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

El promedio que alcanza en la OCDE la economía informal es de 9.0 por ciento, en Estados Unidos es de 10 por ciento del Producto Interno Bruto, y en México es del 30 por ciento de la población ocupada.

 

Resurge el desempleo

 

Por ahora las condiciones laborales no se presentan propicias para evitar que prevalezca el desempleo en áreas donde se utiliza un mayor número de trabajadores. Son precisamente las vinculadas con el comercio exterior las actividades que aún no muestran una sólida recuperación.

 

El déficit de empleo se convirtió en el problema más difícil de revertir en el corto plazo, además de la imposibilidad de incorporar a más de un millón de personas al mercado de trabajo.

 

La desaceleración que registró la actividad económica en la primera mitad del presente año, implicó que perdiera fuerza la generación de empleo en la economía en su conjunto, pero especialmente en el sector formal.

 

Dicha tendencia, señala el Banco de México, es notoria en el comportamiento de los trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, así como al considerar estimaciones acerca de los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que recaba el INEGI.

 

En perspectiva, los datos permiten advertir que la tasa de crecimiento de la población ocupada continuó siendo reducida en el segundo trimestre del año, particularmente en diversas actividades del sector industrial y en el comercio.

 

Por su parte, el crecimiento anual del número de trabajadores afiliados al IMSS mantuvo la tendencia descendente que se inició desde finales de 2006.

 

La antigüedad en cerca del 50 por ciento de los negocios informales es de seis años o más, lo que confirma que existe una alta rotación en la creación trabajos dentro de la informalidad.

 

Las expectativas de cambio de tendencia en el empleo en la economía mexicana son desalentadoras, sobre todo si se observan las estimaciones de crecimiento económico para el presente año, que van de un margen de 2.3 a 2.6 por ciento anual.

 

Ese crecimiento del PIB, lo único que revela de manera directa es que los empleos no se podrán generar en los márgenes que exige el mercado laboral y, por ende, se mantendrá el déficit que aqueja a la economía en materia de contrataciones.