Ven inequitativa propuesta de Trump (Reforma 16/10/17)

Ven inequitativa propuesta de Trump (Reforma 16/10/17)

 

Sergio Lozano y Silvia Olvera

Monterrey, México (16 octubre 2017).- Cumplir con un contenido mínimo de 50 por ciento estadounidense en los autos que se fabriquen en México para su exportación al amparo de los beneficios del TLC no sería tan complicado, incluso seguiría habiendo oportunidad de negocio al margen de esa exigencia, pero resultaría marcadamente inequitativo, acusaron expertos del sector.

 

"Se puede llegar hacer, vamos a tener qué comprar más cosas de Estados Unidos... pero no se puede aceptar porque no sería un Tratado de Libre Comercio, no sería equitativo", resumió Manuel Montoya, director del Cluster Automotriz de Nuevo León.

 

"Hay un montón de cosas que ellos no pueden hacer. ¿Por qué hoy no son 50 por ciento (del contenido) y son 40? Pues porque no son competitivos, son competitivos en ciertas cosas, que hacen que el 40 por ciento siga viniendo de allá y que no se fabrique en México".

 

En la actualidad, el TLC no considera contenidos específicos de cada país, como el propuesto por el Gobierno de Donald Trump, además de que la regla de origen regional actual es la más alta de cualquier tratado, 62.5 por ciento para que se pueda exportar sin arancel.

 

Montoya consideró que el tema más complicado en la propuesta estadounidense sobre las reglas de origen para los autos, presentada el tercer día de la cuarta ronda de negociaciones del TLC que se realiza en Estados Unidos desde el miércoles, es que se suba el contenido regional a 85 por ciento, ya que hay materias primas y componentes que no se fabrican en Norteamérica y se traen de otras regiones, como algunos aceros.

 

Diversas consultoras internacionales -como Center for Automotive Research, Scotiabank y Boston Consulting Group- estiman que el contenido estadounidense en los vehículos exportados por México es de alrededor del 40 por ciento, muy por arriba del 18.1 por ciento que alega la Administración Trump y que además sostiene que bajó desde 26.5 por ciento en 1995.

 

El propio Secretario de Comercio de la Unión Americana, Wilbur Ross, utilizó esas cifras en un editorial publicado el 22 de septiembre en The Washington Post, acusándolas de haber "matado" empleos en su país.

 

Al respecto, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Eduardo Solís, declaró en conferencia de prensa el martes en la Ciudad de México que esa tasa se encuentra entre 37.0 y 39.5 por ciento.

 

Sobre la discrepancia de las cifras, EL NORTE realizó un ejercicio con estadísticas de las exportaciones estadounidenses a México de autopartes, motores, chasises, llantas y otros componentes que tiene el propio Departamento de Comercio de ese país y cruzó esos datos con el valor del PIB mexicano en la producción de autos y camiones.

 

El resultado fue que en el 2016 cada unidad construida en México tuvo 38.3 por ciento de contenido estadounidense, cifra significativamente mayor al 30.9 por ciento del 2007, año de inicio de las estadísticas de referencia del Departamento de Comercio.

 

Solís dijo que desde el 1 de septiembre en un foro de la Facultad de Economía de la UANL, anticipando lo que se propuso oficialmente el viernes, que los autos exportados a Estados Unidos tuvieran un 50 por ciento de origen estadounidense era una propuesta ilógica en el TLC.

 

"Si hacerlas en Estados Unidos fuera competitivo, ya se estarían haciendo, por lo menos eso aprendí en la Facultad.

 

"Es verdad, si estas autopartes fuera competitivo hacerlas en Estados Unidos, por qué no hacerlas desde antes de que este señor (Trump) lo diga".

 

Ante el alza en las reglas de origen que propone el Gobierno de Trump, algunas armadoras podrían preferir pagar los aranceles de la OMC, al que pertenecen ambos países, que van de 2.5 por ciento en autos y 25 por ciento en camionetas pickups para exportar a Estados Unidos.

 

"Mayores requerimientos para el contenido norteamericano realmente incentivarían a los fabricantes a dejar de operar bajo el acuerdo y en lugar de otro simplemente pagar la tarifa de la nación más favorecida de Estados Unidos (de sólo 2.5 por ciento)", sostuvo John Murphy, vicepresidente senior de Política Internacional de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.