Alza en alimentos acarreará más pobres (El Financiero 13/08/08)

Alza en alimentos acarreará más pobres (El Financiero 13/08/08)

Marcela Ojeda Castilla

Miércoles, 13 de agosto de 2008

En México habría 7.5 millones de indigentes más: BID.

Entre enero y marzo, el valor de enseres aumentó 68 por ciento.

Control de precios y subsidios son medidas poco efectivas, opina.

 

Un aumento de 30 por ciento en el precio de los alimentos podría provocar que la población de mexicanos pobres aumentara en más de 7.5 millones, de 22.4 a 29.9 millones, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

 

Para evitar que la situación de pobreza se agudice y que la proporción de mexicanos en pobreza pase de 20.6 a 27.5 por ciento de la población total, el gobierno debe canalizar recursos equivalentes a 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), recomienda.

 

En un estudio sobre el impacto potencial de los precios de los alimentos en América Latina y el Caribe, afirma que de mantenerse altos, más de 26 millones de personas en la región pueden caer en la pobreza extrema, de los que 28.8 por ciento serían mexicanos.

 

El BID destaca que los países de América Central y del Caribe que importan gran cantidad de alimentos están en una situación de mayor riesgo, sobre una posible agudización de la pobreza. Haití sería el más afectado, pues necesitaría transferir a los pobres 12 por ciento de su PIB para mantener los mismos índices de consumo anteriores a la crisis.

 

El estudio, que estima el impacto de la crisis en 19 países del área, reitera que deben fortalecerse los programas sociales para aliviar el impacto que los altos precios tienen sobre sus 71 millones de pobres.

 

Recuerda que de enero de 2006 a marzo de 2008, el precio mundial de los alimentos creció en promedio 68 por ciento, lapso en donde el alza ha sido particularmente aguda, de más del doble, en maíz y trigo.

 

El estudio se basa en la hipótesis de que los altos precios de productos agrícolas, como trigo, arroz y la semilla de soya, permanezcan constantemente arriba y que los países fallen en aumentar su producción agrícola y el ingreso de los pobres.

 

Asume que los precios de esos productos, así como del maíz y de la carne, se elevaron 30 por ciento, y que el alza internacional de los precios se transfiere a los consumidores.

 

En este contexto, el estudio del BID afirma que las familias pobres gastan la mayor parte de su ingreso en alimentos y no cuentan con ahorros ni activos suficientes para enfrentar el costo creciente de los artículos de primera necesidad.

 

Avances, en riesgo

 

"Y si no están disponibles otras opciones, el incremento de los precios puede obligar a las familias a reducir la ingestión de alimentos", alerta.

 

Suzanne Duryea, investigadora del BID que dirigió parte del estudio, previene que los recientes avances que se han registrado en nutrición y educación podrían estar en riesgo, si los precios de los alimentos permanecen altos, e insiste en la necesidad de ampliar la inversión en programas sociales de protección que alivien el impacto de la crisis.

 

Dice que políticas como el control de precios, subsidios, restricciones a las exportaciones y distribución de alimentos, a menudo han sido poco efectivas, porque benefician a los hogares que no las necesitan y limitan los incentivos para incrementar el abastecimiento de alimentos.

 

Considera que "la mejor política es aumentar la transferencia de dinero en efectivo a los pobres, porque permite ajustar su dieta a los precios relativos y no limita el ingreso de los que proveen alimentos a los pobres.

 

"Y, a largo plazo, estas transferencias ofrecen los incentivos correctos a los productores para aumentar la producción de alimentos."