Beneficio y costo de aranceles a metales (Reforma 19/02/18)

NEGOCIOS / Staff

Nueva York, Estados Unidos (19 febrero 2018).- Los fabricantes estadounidenses de aluminio y acero esperan que los aranceles que están siendo considerados por la administración Trump aceleren la demanda de sus productos, pero los aranceles y cuotas también podrían perjudicar al sector manufacturero de Estados Unidos que se ha vuelto dependiente del metal importado, sin ayudar a los operadores de aluminio a superar grandes obstáculos a la producción nacional, publicó el diario The Wall Street Journal.

 Estados Unidos sigue siendo un lugar caro para fabricar acero y aluminio. Y si bien la siderurgia estadounidense se ha recuperado un poco con la mejora de la economía estadounidense, la capacidad de fundición de aluminio sigue disminuyendo severamente.

Cerca de 15 fundiciones de aluminio han cerrado desde 2000. La mayoría de esas plantas fueron demolidas. Solo dos fundiciones de aluminio funcionan a toda velocidad. Otros tres están parcialmente operativos.

"Los Estados Unidos dejaron de ser un gran productor de aluminio hace algunos años", dijo Eoin Dinsmore, jefe de análisis de aluminio de CRU International Ltd.

El Secretario de Comercio, Wilbur Ross, lanzó el viernes un menú de medidas proteccionistas que dijo que el Presidente Donald Trump debería considerar para mantener la capacidad de Estados Unidos de fabricar acero y aluminio por seguridad nacional.

Las opciones van desde aranceles generales del 7.7 por ciento para todo el aluminio importado y un arancel del 24 por ciento sobre el acero importado hasta una combinación de aranceles para países específicos y cuotas de importación para el resto del mundo. Trump debe tomar una decisión para abril, mencionó la publicación.

Alcoa señaló que las opciones del Departamento de Comercio para los aranceles generales y las cuotas de importación podrían afectar los envíos de aluminio desde Canadá, donde la compañía opera tres fundiciones. "El remedio debería centrarse en la cuestión clave del exceso de capacidad de China y no penalizar a las naciones que acatan las reglas", indicó la empresa.

Las empresas siderúrgicas estadounidenses han presionado por tales medidas durante años. Ellos culpan a las crecientes importaciones que se venden en Estados Unidos a precios que consideran injustos para las fábricas norteamericanas. Las siderúrgicas se han comprometido a aumentar las inversiones en fábricas nacionales si se reducen las importaciones de acero barato, indicó el diario.

"Estamos dispuestos a ayudar a la administración a evaluar qué recomendaciones tendrán el mayor impacto para detener el flujo de importaciones objeto de comercio injusto", indicó el presidente ejecutivo de Nucor, John Ferriola.

Pero los aranceles no protegerán a la industria del debilitamiento de la demanda. Muchos fabricantes dicen que los precios más altos del acero serían un desincentivo para hacer cosas en Estados Unidos. "Si hay una respuesta de oferta, entonces el mercado simplemente se debilita nuevamente", consideró Seth Rosenfeld, un analista de Jefferies.

Para la industria del aluminio, los analistas dicen que es poco probable que los impuestos compensen por completo los desafíos crónicos, incluido el aumento de los costos de electricidad.

El año pasado, se importaron 4.8 millones de toneladas métricas de aluminio en bruto a Estados Unidos para hacer que todo, desde capacetes para autos hasta aluminio. Solo 741 mil toneladas se fabricaron en fundiciones nacionales, un 9.5 por ciento menos que en 2016, según la Asociación de Aluminio.

A medida que el aluminio fundido se contrae en Estados Unidos, el nuevo aluminio doméstico se fabrica cada vez más con chatarra reciclada. Casi la mitad del nuevo aluminio que se consume anualmente está hecho de chatarra, mencionó la consultora Harbor Aluminum Intelligence.