Devastadora, una segunda oleada de aumentos: FAO (El Financiero 02/09/08)

Devastadora, una segunda oleada de aumentos: FAO (El Financiero 02/09/08)

(Héctor A. Chávez Maya)

Martes, 2 de septiembre de 2008

La inflación en alimentos creció más de 50%.

Se elevó en 50 millones el número de hambrientos.

Necesaria, una mayor protección social: J. Graziano.

 

La interrupción del aumento en los precios internacionales de los alimentos en los meses recientes representa un alivio; sin embargo, los altos precios siguen siendo un motivo de preocupación, señaló José Graziano da Silva.

 

El representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para América Latina y el Caribe advirtió sobre el riesgo que representaría una segunda ola de alzas, pues podría ser tan devastadora como el fenómeno original, que elevó en 50 millones el número de hambrientos en el mundo en 2007.

 

Afirmó que los incrementos tuvieron un fuerte impacto, ya que en los últimos 12 meses la inflación de los productos alimentarios en la mayoría de los países de la región subió por lo menos 50 por ciento más que la inflación general.

 

Lamentó que para enfrentar el alza, algunos bancos centrales estén subiendo las tasas de interés, como en Brasil y en Chile, sin tomar en cuenta que intereses más altos significan un crecimiento económico menor y se traducen en menos oportunidades de trabajo.

 

José Graziano dijo que lo preocupante en América Latina y el Caribe es que el problema del hambre está relacionado con el acceso y no con la disponibilidad de comida, ya que se produce lo suficiente para alimentar a toda su población.

 

Si las medidas que restringen el avance económico son necesarias, deberían ser acompañadas de mayor protección social para los más pobres, mediante acciones tales como el refuerzo de los programas de trasferencia condicionada de renta, que ya existen en más de la mitad de los países del área.

 

Aunque los precios de los alimentos dejaron de subir, todavía no se han reducido significativamente para los consumidores finales.

 

Lo anterior se debe a que los agentes económicos están previendo el fin de las medidas temporales que muchos gobiernos adoptaron para contener el alza en los alimentos.

 

El resultado es que el costo de la comida se mantiene alto y la tregua anunciada por la estabilización de precios puede llegar a su fin en cualquier momento.

 

Para el representante de la FAO, en el mediano plazo otro problema que ya se vuelve evidente es el incremento en los costos de producción, ya que los precios de algunos fertilizantes elaborados a partir de gas natural y del petróleo aumentaron proporcionalmente más que los alimentos.

 

Así, hoy los productores compran insumos agrícolas a un costo mayor y con una expectativa de precios de venta que posiblemente no se realizará en la próxima cosecha, ya que los precios dejaron de subir y en algunos casos han comenzado a caer.

 

Por otra parte, advirtió, los precios más altos que se pagan por la comida en el supermercado, frecuentemente no llegan hasta el productor.

 

El hecho de que los precios subieron no significa necesariamente una mayor ganancia para los productores, lo que afecta principalmente a los agricultores familiares, cuya renta depende en mayor medida o de manera exclusiva de la propia producción.