Limitada política económica anticíclica en México (El Financiero 02/09/08)

Limitada política económica anticíclica en México (El Financiero 02/09/08)

Rocío Martínez

Martes, 2 de septiembre de 2008

Bajo crecimiento a junio: 2.8%; en el olvido, empleo y balanza de pagos.

 

Ante la crisis económica que enfrenta Estados Unidos, el gobierno mexicano se ha mostrado muy limitado para poner en marcha políticas de largo plazo que contribuyan a la estabilización de la economía mediante el impulso a los sectores fundamentales.

 

El desempeño de la economía mexicana se ubica en un nivel de crecimiento bajo con una tasa de 2.8 por ciento anual hasta el segundo trimestre de 2008, por debajo de las expectativas del mercado, que ya observa un panorama recesivo.

 

Este resultado contrasta con el crecimiento de 6.5 por ciento anual registrado durante el segundo semestre de 1996, año en que inicia la recuperación económica después de la crisis financiera de 1994, como resultado de las políticas de estabilización.

 

A partir del segundo semestre de 2008, el gobierno actual ha resentido un complicado panorama económico, caracterizado por las presiones de los altos precios de energéticos y alimentos, y la desaceleración de la economía mundial.

 

Ante esta coyuntura, el gobierno ha centrado su atención en el control de la inflación, y relegado los lineamientos económicos que fomentan la competitividad de los sectores productivos y estimulan el crecimiento del país, a pesar de que México presenta una de las menores inflaciones en América Latina.

 

Las políticas anticíclicas o de estabilización prevén también disminuir los efectos que tiene la parte baja del ciclo económico sobre el empleo y la balanza de pagos; no obstante, en México estas variables se han dejado de lado, aun cuando resultan fundamentales para el fortalecimiento del mercado interno y la estructura productiva del país.

 

Prevalece el control de precios

 

A pesar del peligro que implican las políticas restrictivas durante la contracción del ciclo económico, México ha reportado un incremento en la tasa de interés, lo que refleja signos de alzas consistentes en la inflación.

 

Mientras tanto, los expertos señalan que lo más importante sería establecer un tipo de cambio más elevado, que le otorgue competitividad a las exportaciones nacionales y desincentive la compra de bienes en el extranjero, fortaleciendo el mercado interno, tal como se hiciera durante el sexenio zedillista.

 

En ese entonces, se establecieron políticas de blindaje financiero para enfrentar deudas internas con los fondos de pensiones y préstamos emergentes, lo cual le dio un significativo énfasis al estímulo del ahorro interno, abatió la pobreza extrema, y fomentó la inversión, por medio del control del gasto gubernamental y una mayor flexibilidad en el tipo de cambio.

 

Todas estas políticas dieron como resultado un nuevo periodo de estabilidad financiera, lo que se tradujo en un crecimiento de la economía, que promedió tasas de 5.6 por ciento anual de 1996 a 2000.

 

Actualmente, se busca controlar nuevamente la estabilidad en el nivel general de precios; el gobierno mexicano ha centrado su atención en incrementar el gasto en infraestructura y vivienda con la finalidad de reducir los efectos que podría generar en el país la baja actividad en la economía estadounidense.

 

Para lograr este objetivo, México creó el Programa Nacional de Infraestructura al que le asignó recursos por 40 mil millones de pesos, con la finalidad de crear 100 mil empleos.

 

Sin embargo, la política del gasto presupuestal utilizada de manera común como mecanismo de estabilización y como motor de la actividad económica, ha presentado un importante subejercicio, como en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que al primer semestre muestra un retraso de cinco mil 835 millones de pesos.