Se quedan cortas iniciativas energéticas: Imco (El Financiero 22/09/08)

Se quedan cortas iniciativas energéticas: Imco (El Financiero 22/09/08)

Esther Arzate

Lunes, 22 de septiembre de 2008

Propuestas que analizan legisladores no van al fondo del problema.

Lo que necesita Pemex es autonomía, "no más trabas".

Sugiere construir refinerías con el apoyo de la IP.

 

La crisis que enfrenta México en materia energética requiere cambios drásticos, por lo que los legisladores deben ser sensatos y no pretender una mayor injerencia del Congreso de la Unión en las decisiones de Petróleos Mexicanos (Pemex) porque eso sería desastroso.

 

Pemex debe tener más autonomía de gestión y mayor flexibilidad para que pueda tomar decisiones con velocidad, porque si le ponemos más trabas y cargas burocráticas, los resultados operativos de la paraestatal seguirán iguales o peores.

 

"Se debe transformar a la Secretaría de la Contraloría en una Secretaría de Innovación y Facilitación porque desde que apareció esa dependencia Pemex ha ido a pique", advirtió el director del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Juan Antonio Bargés Mestres.

 

El especialista en temas energéticos consideró que las propuestas para la reforma energética que están en proceso de dictamen en el interior de las Comisiones de Energía y Estudios Legislativos del Senado de la República son insuficientes para atender la situación crítica que presenta el sector energético en el país.

 

Dijo que si el Congreso pretende dar el visto bueno a los proyectos de exploración y explotación de reservas de hidrocarburos, será desastroso porque los legisladores no tienen la preparación de los ingenieros petroleros, geólogos y especialistas. "Lo que necesita es autonomía, no más trabas", insistió.

 

Expuso que actualmente México importa casi 400 mil barriles de gasolinas al día y la demanda crece 50 mil barriles en promedio cada año, lo que significa que en ocho años las compras al extranjero se duplicarán y la construcción de una central con capacidad para refinar 300 mil barriles tarda en promedio ocho años.

 

Por eso, en lugar de planear una refinería, como ocurre en la actualidad, Pemex debería tener planes para construir tres plantas de refinación y para eso requiere no sólo recursos económicos, sino también autonomía de gestión y flexibilidad para tomar decisiones y efectuar proyectos con la participación de la iniciativa privada.

 

Además, siguen creciendo las importaciones de petroquímicos y gas licuado de petróleo, lo que se combina negativamente con la caída en la producción de petróleo crudo y las reservas probadas de hidrocarburos, suficientes para nueve años.

 

Los rezagos y faltantes de gasolinas, gas LP, gas natural y petroquímicos equivalen a más de 30 mil millones de dólares al año, lo cual representa casi 70 por ciento de los ingresos derivados de la exportación de petróleo, dijo.

 

Opinó que México necesita una reforma energética como la que en su momento llevaron a cabo países como Noruega y Brasil, porque ni siquiera el proyecto de ley que presentó el ejecutivo es suficiente para solventar los problemas que tenemos.

 

El gobierno de Noruega, al igual que México, es el propietario de los hidrocarburos, también cuentan con una empresa paraestatal, StatOil, equivalente a Pemex. Sin embargo, Noruega desarrolló una estrategia en la que mantiene su empresa estatal, pero además permite la inversión privada (principalmente extranjera) en la exploración y explotación de los hidrocarburos; de esta forma el Estado recibe utilidades y regalías de su empresa estatal y además recursos financieros de otras empresas privadas.

 

El Estado noruego licita al sector privado bloques para su exploración y lo condiciona no sólo a regalías e impuestos, sino también a que las empresas privadas cedan parte de las reservas de hidrocarburos al gobierno, entrene a personal de la petrolera estatal StatOil y se comprometa a adquirir bienes y servicios en Noruega.

 

El esquema ha permitido a Noruega colocarse como un importante productor de hidrocarburos.

 

Bargés recordó que México tiene una extensión de un millón 200 mil metros cuadrados y sólo ha sido explorado 22 por ciento del territorio terrestre y marítimo.