TIIE: la mala, sigue al alza; la buena, está debajo de dos dígitos (El Financiero 19/11/08)

TIIE: la mala, sigue al alza; la buena, está debajo de dos dígitos (El Financiero 19/11/08)

Antonio Sandoval

Miércoles, 19 de noviembre de 2008

La TIIE alcanzó en noviembre su punto más alto en tres años.

 

· TIIE, SIGUE AL ALZA

Existen dos noticias relacionadas con la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE), una buena y una mala. La mala es que sigue ajustándose a las condiciones que le fija el mercado, y hasta ayer su promedio mensual se ubicaba en el punto más alto de los últimos tres años.

 

Así, el promedio de la TIIE se colocó en 8.7315 por ciento, el nivel más elevado desde igual mes de 2005, cuando este mismo referente fue de 9.1675 por ciento.

 

De hecho, en el presente mes la TIIE diaria alcanzó también su punto más alto en tres años, toda vez que el pasado 11 de noviembre se colocó en 8.75 por ciento; dicha tasa no estaba en niveles similares desde el 13 de diciembre de 2005 cuando fue fijada en 8.92 por ciento.

 

La TIIE registra en 2008 un rendimiento mínimo de 7.9093 por ciento, lo que significa que su ajuste es inferior a un punto porcentual.

 

Y es precisamente la magnitud del ajuste la noticia positiva, ya que no se observan los niveles que en esos años se registraron; de hecho, la TIIE acumula más de tres años en un sólo dígito, la última ocasión que se colocó en dos unidades fue el 24 de agosto de 2005, con 10.02 por ciento.

 

Es decir, a pesar de las condiciones que imperan en los mercados financieros, con una elevada volatilidad, podemos decir que en México se observa cierta madurez y los ajustes son dentro de estándares que antes no se tomaban en cuenta, como la trayectoria de la inflación, sin alteraciones que reflejen un excesivo riesgo financiero, ya que dicho elemento está considerado dentro de las tasas nominales que les cobran los bancos a sus clientes.

 

Mayor costo para tarjetahabientes

 

El nivel de la TIIE está muy ligado al costo de las tarjetas de crédito y de otros productos de financiamiento. Desde luego, entre más suba más caro será el dinero; los bancos cobran un costo promedio por lo que cada deudor siente un impacto diferente en cuanto a la tasa nominal que le cobra el banco, pero finalmente es el mismo efecto ya que las tasas altas se traducen en intereses más elevados.

 

Por supuesto, la situación actual con todo y sus complicaciones no es la misma de hace dos décadas, cuando los niveles de la TIIE o su equivalente rondaban promedios de 65 por ciento, más las sobretasas respectivas, lo que hacía que el costo del dinero fuera mucho más elevado.

 

Eso aunque no debería ser, resulta en cierto modo un consuelo para los deudores actuales, ya que no son comparables los niveles actuales de entre 25 y 30 por ciento, a los de hace 20 años con mínimos de 80 por ciento anual.

 

Evidentemente, también significa un golpe directo para los tarjetahabientes por donde se le quiera ver, ya que aún se pagan sobretasas que son muy elevadas, y que reflejan el riesgo que asumen los bancos por prestar a sus clientes.

 

Durante años, se ha insistido en llegar a la convergencia de tasas de interés e inflación similares a los de nuestros principales socios comerciales, algo que hasta finales del año pasado estaba en vía de cumplirse.

 

La meta de hecho podría conseguirse tan pronto salga el mundo del bache financiero en el que se encuentra, pero en México las tasas no bajarán vertiginosamente sólo por el hecho de que se han igualado las tasas de inflación entre México y sus principales socios comerciales.

 

Por esta causa, es un hecho que el riesgo que cobran los bancos se traducirá muchos años más en niveles de sobretasa de aproximadamente 15 puntos porcentuales, y por lo tanto la oportunidad de que los costos sean menores, en la medida de lo posible, es el abatimiento de la tasa nominal que mide el costo del dinero; es decir, de la TIIE.