Se aproxima una ola regulatoria en el sector financiero mundial (El Financiero 26/11/08)

Jeanette Leyva /

Miércoles, 26 de noviembre de 2008

Poner demasiados "candados" al sistema sería contraproducente, alertan expertos.

Faltó supervisión en áreas bancarias; anuncian cambios.

Mayores exigencias de capital y cautela en originación de crédito.

· Mercados entran a zona incierta y complicada

Una nueva ola regulatoria se aproxima y será inevitable, por lo que México debe prepararse para tropicalizar los cambios regulatorios que se harán, consecuencia de la crisis financiera internacional.

Las quiebras de grandes bancos y aseguradoras internacionales; los problemas con instrumentos sofisticados y la alta volatilidad de los mercados no deben ser una excusa para que éstos se sobrerregulen, por lo que se debe tener cuidado de no poner "muchos candados", ya que frenaría la velocidad del crecimiento de la economía mexicana.

Durante la mesa "México ante la situación financiera global, ¿qué podemos esperar?", organizada por EL FINANCIERO y Accenture, especialistas coincidieron que la crisis financiera internacional traerá más regulación.

En opinión de Alejandro Valenzuela, director general de Grupo Financiero Banorte, es "incuestionable que la regulación tendrá que modificarse", pues la crisis financiera se presentó en algunos temas que se habían dejado al libre mercado y a la autorregulación.

"El modelo de Basilea II, que va en el sentido del mejor manejo de riesgo, tendrá que revisarse, algunos de los pilares también; hacer los bancos abonos mayores a capital para respaldar las operaciones que llevamos a cabo, lo que implica un mayor apalancamiento del que tenemos. La redefinición del modelo será eso", afirmó.

Aun así, aseguró, los bancos que operan en el país están en una buena situación de solidez, que les permite estar "bien parados" en esta coyuntura, pero se debe estar preparado para la "siguiente" y no sobrerreaccionar.

Pedro José García, director de Servicios Financieros para América Latina de Accenture, consideró que aunque es una crisis importada, al final de cuentas no deja de ser una crisis que tendrá consecuencias para todos.

La compañía, con presencia en todo el mundo, especializada en consultoría de negocios, servicios de tecnología y outsourcing, recordó que en los años noventa, países escandinavos tuvieron una crisis de confianza en el sistema financiero.

Comentó que como en aquel caso, para hacer frente a la actual crisis es necesario recuperar la confianza del público. Éste es uno de los grandes desafíos para el sistema financiero.

De cara al futuro, las instituciones financieras tendrán que revisar sus modelos de cómo operan hoy en día, para ser más eficientes, y los bancos se volcarán a cuidar a sus mejores clientes, estimó García.

Por eso, reconoció, será inevitable una mayor regulación, pues los países reaccionaron tarde, y "se están dando cuenta de que en este modelo globalizado, la regulación no estaba acompañando la velocidad de los cambios que se estaban dando en el sistema financiero".

Debido a ello, anticipó que habrá mayores exigencias de capital, de integración de expedientes en la originación de los créditos y obligación de las instituciones financieras de informar sobre las cuentas fuera de balance.

"La regulación que se dará será importante para el proceso de transformación que tendrá el sistema financiero, ya que deberá estar más acorde con el modelo globalizado actual que ya vivimos", insistió.

Tropicalizar cambios

Para Pólux Díaz, director del Centro de Finanzas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la actual crisis financiera y económica dará nacimiento a nuevas regulaciones, pero se debe tener cuidado de que no se sobrerregule al mercado y analizar hasta dónde las empresas pueden dar información.

"Si se deja un mercado con muchos candados, nos será difícil crecer a la velocidad que van otras economías. Por eso, lo que se haga en Estados Unidos se debe tropicalizar", opinó.