Reforma laboral, reto del nuevo CT (El Financiero 17/02/09)

Reforma laboral, reto del nuevo CT (El Financiero 17/02/09)

Mariana Otero-Briz

Martes, 17 de febrero de 2009

Buscará ocupar más curules.

Evitar merma de derechos, el objetivo: Aguilar.

Existe divorcio entre las bases y los dirigentes: analistas.

 

La nueva presidencia del Congreso del Trabajo (CT) será asumida en un momento en que se necesita de toda la capacidad del movimiento obrero para hacer valer sus demandas, ello ante la crisis económica, la falta de empleo y la intención de emprender una reforma laboral, señaló Enrique Aguilar Borrego.

 

En entrevista con EL FINANCIERO, el dirigente saliente de esta central señaló que uno de los principales retos será enfrentar la modificación del marco normativo laboral, pues todo indica que será dentro del próximo periodo de sesiones cuando el tema se llevará al Congreso.

 

Por ello los nuevos integrantes de la presidencia y vicepresidencia del CT tendrán que estrechar lazos con los miembros del Congreso de la Unión, a fin de evitar a toda costa que se trastoquen los derechos de los trabajadores mexicanos.

 

Asimismo, la central obrera debe pugnar por obtener la mayor cantidad de escaños, ya que es necesario que la clase trabajadora se encuentre sólidamente representada en el Legislativo durante la reforma laboral.

 

Según Aguilar Borrego, la membresía del CT supera los diez millones de trabajadores, pues está integrado por tres confederaciones, 20 federaciones y alrededor de 20 mil sindicatos.

 

Credibilidad, a la baja

 

Para diversos especialistas, la falta de propuestas tendentes a mejorar la situación de los trabajadores y la credibilidad entre las bases -que se mantiene a la baja- son las actuales características del CT.

 

Jorge Merced González, presidente del Centro Nacional de Promoción Social (Cenpros), dijo que el CT fue creado como medio de control de la clase asalariada y como herramienta política electoral.

 

Sin embargo, advirtió, en estos momentos ya no cumple con ninguna de esas funciones, pues incluso las posiciones que se le otorgaban en el Poder Legislativo han sufrido una dramática disminución.

 

"La gente cada vez cree menos en el sindicalismo. Hay un divorcio entre las bases y los dirigentes, quienes han sido incapaces de entender los intereses de los trabajadores."

 

Javier Aguilar García, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que el CT comenzó a perder la credibilidad de sus agremiados tras aceptar y convalidar los pactos económicos de las últimas tres décadas, donde el principal afectado ha sido el poder adquisitivo del salario.

 

Y a pesar de que durante años existió una alianza con el gobierno, desde el sexenio de Miguel de la Madrid se comenzó a incumplir con los compromisos hacia el sector obrero, sin que ello generara una respuesta de los dirigentes, apuntó.

 

Aldo Muñoz Armenta, catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de México, afirmó que el CT permanecerá vigente en el papel político laboral de limitar el espacio de protesta de los trabajadores.

 

"Si presentaran un plan alternativo ante la crisis, se convertirían en un organismo independiente, autónomo y progresista, cuando su función es la contención."