Una valiosa herramienta que anticipó la recesión (El Financiero 09/03/09)

Una valiosa herramienta que anticipó la recesión (El Financiero 09/03/09)

Del IMEF para EL FINANCIERO / Alejandro Cavazos *

Lunes, 9 de marzo de 2009

A partir de 2004, la comunidad empresarial y financiera del país dispone de una valiosa herramienta para la toma de decisiones, que se apoya en una evaluación cualitativa sobre la situación presente y evolución probable de la economía en el corto plazo.

 

Nos referimos al indicador IMEF del Entorno Empresarial Mexicano para los sectores manufacturero y no manufacturero, el único índice sobre el sector real elaborado por el sector privado, con asistencia técnica del INEGI.

 

La relevancia del indicador quedó de manifiesto en noviembre pasado, cuando de manera anticipada a la generalidad de los índices convencionales dio claras muestras de que la economía estaba en recesión.

 

El indicador es similar al que elabora el Institute for Supply Management para iguales sectores en Estados Unidos, el cual ha sido una referencia obligada para analistas, empresarios, ejecutivos de empresa y autoridades económicas y financieras.

 

Una gran cualidad de estos indicadores es su fácil lectura, ya que su relevancia se centra en dos aspectos fundamentales: su nivel y tendencia.

 

Rangos por arriba de 50 puntos se asocian a una expansión del sector y entre mayor es la diferencia respecto a ese umbral, más fuerte el ritmo al cual se expande; por el contrario, rangos inferiores a 50 puntos reflejan una contracción y a mayor diferencia más acentuado el deterioro.

 

Por su parte, una tendencia ascendente es síntoma de mejoría o de menor contracción, dependiendo de si está por arriba o por debajo de las 50 unidades; de igual manera, una tendencia descendente refleja pérdida de fuerza o una contracción más acentuada, dependiendo de su ubicación.

 

Las ocho últimas lecturas del indicador manufacturero, hasta febrero, se ubican por debajo de las 50 unidades y apuntan una tendencia descendente.

 

La observación de noviembre, 44.6 puntos, dio pie a la aseveración de que la economía iniciaba, como de hecho ocurrió, una recesión.

 

Los rangos de los tres siguientes meses fueron todavía menores: 43.8 puntos en diciembre, 43.1 en enero y 43.9 en febrero, los más bajos en la breve historia de este indicador.

 

De los cinco componentes que aglutina, cuatro se ubicaron en febrero por debajo de las 50 unidades: nuevos pedidos (38.5 puntos), producción (38.9 puntos) y empleo (42.3 puntos).

 

Inventarios se ubicó en 45.4 unidades y el único por arriba de los 50 puntos y con tendencia moderadamente ascendente fue el de entrega de productos (54.6 puntos).

 

La aparente mayor dificultad para abastecer pedidos puede obedecer a la menor disponibilidad de personal o a la insuficiencia de inventarios.

 

La evolución de este indicador ha sido congruente con el comportamiento de su par en Estados Unidos (en enero el ISM manufacturero se ubicó en 35.6 puntos) y refleja el efecto de la menor demanda externa por la crisis económico-financiera en ese país.

 

En cuanto al indicador no manufacturero, que comprende al comercio y los servicios, tocó en febrero 46.2 puntos. Desde septiembre pasado se ubica por debajo de las 50 unidades, con una también tendencia de baja.

 

Su nivel y dirección reflejan un debilitamiento del mercado interno, lo cual parece obedecer al deterioro del mercado laboral, a la menor disponibilidad de crédito y al impacto de la depreciación del peso sobre las percepciones reales y los precios relativos.

 

Al igual que con el indicador manufacturero, los componentes de nuevos pedidos, producción y empleo reportaron en febrero rangos históricamente bajos en 43.0, 43.3 y 44.9 puntos, cada uno. De igual manera, entrega de productos fue el único por arriba de los 50 puntos con tendencia moderadamente ascendente.

 

Los indicadores manufacturero y no manufacturero anticipan una profundización de la recesión, por lo que las empresas deberán estar prevenidas para enfrentar los efectos de una menor demanda y el consecuente impacto de menores ingresos. Son previsibles menores flujos operativos y una caída de los márgenes de rentabilidad.

   

* Miembro del Comité Nacional del Indicador IMEF Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida de \"spam bots\", necesita habilitar Javascript para poder verla.