Menor flexibilidad fiscal, principal riesgo del país (El Financiero 13/05/09)

Ari Audi

Miércoles, 13 de mayo de 2009

Influenza recrudece la recesión en 0.5%: S&P.

Virus no influye en la perspectiva negativa de deuda.

Empresas nacionales enfrentan entorno desafiante, dicen.

La influenza no tuvo nada que ver con la revisión a negativa desde estable de la perspectiva sobre el perfil crediticio para México, señaló Lisa Schineller, directora de ratings soberanos para Standard & Poor´s.

En teleconferencia este martes, la especialista señaló que la menor flexibilidad fiscal a mediano plazo para nuestro país, debido al deterioro en las posiciones fiscal y externa, fueron los factores que dieron lugar a la decisión anunciada la tarde del lunes.

Schineller subrayó que la agencia prevé que los efectos de la contingencia sanitaria se reflejarán en un crecimiento menor de medio punto porcentual en el Producto Interno Bruto (PIB), por lo que ahora estima que la economía mexicana caerá 5.5 y no 5 por ciento este año, aunque la economía ya se venía desacelerando desde el primer trimestre.

Precisó que desde que se determina un descenso en la perspectiva para los ratings soberanos, suelen pasar entre seis y 18 meses antes de que presente un recorte en el perfil crediticio del país, tiempo en el que la firma analiza si mejoran las condiciones que la llevaron a tomar la medida ya conocida o si se confirma su deterioro.

Factor inseguridad

En cuanto al tema de seguridad pública se refiere, la analista dijo que S&P lo considera desde la perspectiva de su impacto en la expansión e inversión a largo plazo, de igual forma que se hace para otros países latinoamericanos como Colombia y Brasil.

Eduardo Uribe, director gerencial de Instituciones Corporativas y Financieras de S&P, opinó que el gobierno y las autoridades policiacas están aplicando buenas medidas para tratar de limitar las acciones de los narcotraficantes.

El directivo afirmó que, en general, las empresas mexicanas siguen enfrentando un entorno económico desafiante, a lo que se sumó la contingencia sanitaria, afectando aún más a la demanda, así como a las utilidades de las compañías en diversas industrias.

Coincidió con Schineller en el sentido de que los resultados correspondientes al segundo trimestre serían más débiles que los de trimestres previos, luego de que los reportes de los primeros tres meses del año sólo reflejaron los flojos resultados en diversas industrias.

Precisó que el sector automotriz, las manufacturas, la construcción, la vivienda y hasta las tiendas minoristas se han visto afectadas por la pérdida en la confianza del consumidor, mientras que quienes elaboran productos de primera necesidad, los medios de comunicación, proveedores de servicios de telecomunicaciones y algunas cadenas de supermercados se verían beneficiados