Aún no termina lo peor de la crisis (El Financiero 18/06/09)

Aún no termina lo peor de la crisis (El Financiero 18/06/09)

Clara Zepeda Hurtado

Jueves, 18 de junio de 2009

Riesgo de retiro anticipado de planes de ayuda, al sobreestimar la recuperación.

Reducir apoyos fiscales sin revivir la recesión será el reto, advierten.

Surgen temores por alza en inflación y mayores déficit públicos, dicen.

 

· México, rumbo a su peor recesión

La sobreestimación en el ritmo de la recuperación económica y una salida demasiado pronta de las estrategias de emergencia de impulso financiero, son las principales preocupaciones en los mercados.

 

De acuerdo con analistas, el problema ya no es si ha tocado fondo la crisis económico-financiera, sino hasta cuándo durarán las estrecheces en la actividad productiva y encontrar el momento más propicio para desmantelar los paquetes de gasto fiscal de emergencia, para reducir los déficit presupuestales y disminuir la presencia de los gobiernos sin revivir la crisis.

 

Una encuesta de Ixe Grupo Financiero a inversionistas reveló que la sobreestimación en el ritmo de mejora económica para el segundo semestre del año, la amenaza de una menor calificación de deuda para los países y la mayor alza en las tasas de interés a largo plazo (Bonos del Tesoro de EU) por presiones inflacionarias, son los factores que inculcan mayor riesgo en los mercados.

 

Agentes económicos consideraron que no es el momento para restarle impulso a las medidas de emergencia, pero se están creando otras burbujas presupuestarias, inflacionarias y de liquidez.

 

Cada vez más gente habla de la recuperación económica como algo ya factible, manifestó Walter Molano, director de análisis de BCP Securities, al aseverar que la inyección masiva de liquidez y la relajación monetaria permitirán a los hogares recuperar el acceso a los mercados de crédito.

 

Los consumidores no regresarán tan pronto al rango de ahorro y de gasto que tenían antes de la crisis; el déficit fiscal de EU tardaría por lo menos dos administraciones en reducirse , y el sector financiero dista mucho de ya estar sano, por lo que la economía estadounidense no se recuperará pronto, prevé Molano.

 

"La contrapartida del optimismo económico en los mercados es el surgimiento de temores sobre los escenarios de salida de la crisis.

 

"Y dado lo expansivo de la política monetaria y fiscal en buena parte del mundo, comenzando por los países desarrollados, EU en particular, se teme que ello conduzca a escenarios de fuerte inflación o de riesgos de incumplimiento fiscal, que pueden incluir, para los inversionistas internacionales, riesgos de depreciación de la moneda del gobierno endeudado", alertó Banamex.

 

El Equipo de Estudios Económicos y Sociales de Banamex afirmó que un elemento difícil de interpretar es la expectativa implícita en las tasas de interés de largo plazo.

 

Al participar en la mitad de la deuda del Tesoro estadounidense, los temores de los extranjeros se pueden traducir en rendimientos en dólares muy depreciados.

 

En la tormenta

 

México está siendo preso de la crisis internacional y de sus problemas domésticos, creando una tormenta perfecta que empuja al país a su peor recesión desde 1932, sentenció Walter Molano.

 

Dado el alto grado de la integración con EU, "la crisis del crédito está arruinando la economía mexicana. No sólo ha presionado la demanda para las exportaciones mexicanas, sino también el envío de remesas (...)

 

La recesión actual tiene el potencial para convertirse en una más severa que la de 1995, aunque con una mezcla de indicadores diferentes, consideró Gabriela Siller-Pagaza, directora de análisis económico de Base Internacional.

 

La severidad de la crisis económica ha puesto de nuevo en evidencia la necesidad de revisar el marco en el que opera la hacienda pública, con el propósito de fortalecerla, en especial, en los ingresos distintos del petróleo.

 

Rafael Camarena, analista de Santander, estimó que México, como otros países, requiere enfrentar la debilidad de sus ingresos fiscales para ampliar su margen de maniobra en coyunturas como la presente.

 

Todo ello de cara a que, después de las elecciones de julio, el Ejecutivo y las principales fuerzas políticas iniciarán la discusión y negociaciones para el programa económico de 2010, reconociendo, desde luego, los "daños" de la actual crisis.

 

En los próximos años, los gobiernos tendrán que aumentar los impuestos, reducir el gasto o ambas cosas para absorber la liquidez que han inyectado.